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LEVANTE-BARCELONA

Once canteranos, once puntos

El Barça, con once canteranos desde que salió Montoya, golea al Levante con dos goles de Messi y otros dos de Cesc e Iniesta, que dio tres asistencias. El Madrid, a once puntos.

Actualizado a
El Barça celebra uno de los goles de Messi.
El Barça celebra uno de los goles de Messi.Juan Carlos CárdenasEFE

El día que el Barcelona juntó once canteranos por primera vez en su historia (según un concepto más o menos aceptado de canterano) fue el mismo día que disparó su distancia respecto al Real Madrid a once puntos en la Liga 2012-13. Del Atlético, su perseguidor más cercano y real a estas horas, sólo le separan tres, pero la manera en cómo despachó el Barça al Levante en el primer cuarto de hora de la segunda parte le cuelga, quiera o no, el cartel de favorito indiscutible del campeonato. Messi, dos goles, e Iniesta, un golazo y tres asistencias (la última a Cesc), coronaron otra gran actuación del Barcelona, que firma el mejor arranque de la historia de la Liga (igualando al Real Madrid).

Vilanova sabía desde el sábado por la noche que en juego estaba un golpe de gracia y decidió improvisar lo justo: alineó un equipo como si en Valencia mismo se decidiese una Liga. El once de gala del Barça, el mismo de Moscú con Puyol de capitán por Mascherano, se rompió pronto por una nueva lesión de Daniel Alves pero el argumento del partido estaba escrito antes de empezar porque pocos equipos extreman más sus estilos que Levante y Barça. Los de JIM aguantaron la primera parte con bravura, pero exprimieron su energía. El Barça se recreó en la posesión. Tanto que sólo se acercó en un disparo de Messi (minuto 22) y en varias incorporaciones de Iniesta y Alba (convertido en uno de los mejores activos ofensivos del matizado Barça de Vilanova) por el sector izquierdo. El Levante respondió con su inmejorable concepción del contragolpe. Barkero, con su excelente zurda y Martins inquietaron a Valdés. Era imposible, observando el aparente equilibrio, imaginar la tormenta que esperaba. Sin embargo, el Barça había masticado bien el partido para darle el golpe.

Messi rompió el partido en el minuto 47 de la manera más sutil. Iniesta vio un desmarque de delantero centro del argentino, que picó ante Munúa y dedicó su gol número 81 del año 2012 a su hijo Thiago. Seis minutos después, el argentino hizo insalvable la diferencia con otro remate oportunista. Otra vez, a pase de Iniesta, que decidió no parar su exhibición: un golazo (0-3) y la asistencia del 0-4 a Cesc. Al Levante se le hizo eterna la última media hora y el Barça se la pasó silbando. Vilanova aprovechó para hacer reaparecer a Adriano y Thiago. Al Barça sólo le faltaba la vuelta de Valdés, que le paró un penalti a Barkero. Se escucharon gritos de “campeones, campeones” y "Mucho Betis" en el Ciutat de Valencia. En Barcelona ya hay quien se siente campeón con sólo un tercio de Liga. Tal vez, demasiado pronto.