El Málaga celebró en pleno vuelo su éxito en Europa

Fue improvisado, divertido e inolvidable. Las cinco horas que duró el trayecto aéreo desde San Petersburgo a Málaga (4.500 killómetros) se hicieron muy cortas. La alegría por la obtención matemática del primer puesto en un exigente grupo C (donde se encontraban Milán, Zenit y Anderlecht) se desató con una fiesta flamenca. No había nada preparado. Pero salió genial.

Entre los aficionados que viajaban en el avión con el equipo se encontraban Pili Esteban, que canta todos los jueves en El Pimpi (uno de los bares más emblemáticos de Málaga), Olga Magaña (bailaora que despliega todo su talento en el Ateneo) y el guitarrista Rubén Portillo. La cosa comenzó a lo grande. Martín Demichelis y Eliseu, entregados y vibrantes, arrancaron con el resto del pueblo, que les recibió entre vítores mientras mostraban una estética soltura dando palmas y moviendo las caderas.

Los tres estupendos artistas animaron a renglón seguido, la zona de primera clase, con la aprobación del personal de vuelo, que contribuyó con su eficiencia y simpatía. ¡Grandes profesionales! Todo salía tan a pedir de boca que ni siquiera se echaba de menos a Joaquín ¡Quien lo diría!

Aparecieron los brindis con champán del bueno. Manuel Pellegrini, que estaba echando una cabezadita, despertó y sonrió. Siempre serio y estricto, rebajó por cinco horas la espartana disciplina habitual para que su gente degustase la satisfacción del deber cumplido. No todos los días un equipo se cuela en los octavos de final de la Champions.

"Esto es algo espectacular"

El consejero consultivo del Málaga Francisco Martín Aguilar, acostumbrado a liderar expediciones, dirigió unas palabras a la plantilla y a todos los pasajeros en general: "Esto que estamos viviendo es espectacular. Lo que ha conseguido el equipo es muy grande y todos soñamos con que el Málaga llegue lo más lejos posible en la Champions. Tenemos una gran plantilla y un fantástico entrenador". Ni que decir tiene que sus palabras fueron ampliamente aplaudidas y todo el mundo, los jugadores los primeros, empezaron a cantarle "¡Presidente, presidente!". Los sufrimientos con que arrancó esta temporada se están soslayando gracias al extraordinario trabajo que están desplegando unos profesionales ejemplares.