El Levante gana y alarga su historia en la Europa League

El Levante es como un oso. Un equipo fuerte y de zarpazos. Pero también es tierno e hiberna. Y en esas está, en un sueño del que no quiere despertar. El Levante ha escrito esta tarde en Helsingborg otra página inolvidable de su historia. Su estreno en una competición continental se prolongará más allá de la liguilla de grupos. El Levante estará en el sorteo de la siguiente fase. Incluso aún puede hacerlo como líder de grupo, porque el empate del Hannover ante el Twente se lo permite si le gana a los alemanes en la última jornada.

Hoy es uno de esos días en los que hay que recordar que el Levante hace tres años militaba en Segunda División, que vivía inmerso en un concurso de acreedores y al borde del abismo como entidad. Hoy es cuarto dela Liga española y está clasificado para los 16 de final de la Europa League.Y lo ha hecho con superioridad. Sin margen de duda. Con un 1-3 en Suecia en un partido controlado de cabo a rabo.

Pronto el Levante tomó rumbo a la siguiente fase. Sólo necesitó siete minutos para sacar a relucir alguna de sus virtudes y aprovecharse de las carencias del Helsingborg. Una pérdida infantil de los suecos la convirtió Rubén en un contragolpe letal, con inmaculada asistencia a Ángel y pausada y perfecta definición del delantero. Ángel es otro desde que se quitara la losa del gol contra el Real Madrid y en Suecia ha demostrado a Juan Ignacio que le tiene para lo que le necesite.

La Europa League no sólo está dando prestigio deportivo y dividendos económicos a la entidad. También le está permitiendo a Juan Ignacio tener motivados a todos los suyos y repartir minutos y cansancios. De nuevo ha apostado el técnico valenciano por las rotaciones. De entre los más habituales, sólo Ballesteros, Diop e Iborra, aunque nadie de los restantes ha defraudado. Al contrario.

Míchel ha vuelto a demostrar esta tarde que da un plus de calidad al juego ofensivo del Levante. Como ejemplo el segundo gol anotado en este caso por Diop. El centrocampista se llevó consigo hasta cuatro defensas del Helsingborg y girando sobre si mismo vio y cedió el balón a un Pedro Ríos que puso un centro perfecto a Diop. A los suecos sólo les faltó pararse y aplaudir, porque corrían tras la pelota sin saber dónde estaban.

Keylor Navas casi ha sido un espectador más. Eso sí, cuando ha tenido que estar, ha estado. La superioridad del Levante ha sido tal que sólo en tres ocasiones tuvo que intervenir el guardameta. Una con una parada de reflejos bajo palos tras remate de cabeza y dos mano a mano en las que se lanzó al suelo en el momento oportuno. Pero lo dicho, el Helsingoborg en ataque, unas madres. Sólo cuando el encuentro estaba más que sentenciaron se soltaron y llegó el gol de Sorum. Para entonces, eso sí, Iborra ya había anotado el tercer gol granota. El sueño continúa… y Ballesteros fue lo suficientemente listo como para provocar una amarilla en el último minuto de partido y pasar así limpio al cruce de eliminatorias.