El pase no puede esperar más

Los dieciseisavos de final de la Europa League esperan al Levante a la vuelta de la esquina. Juan Ignacio y sus hombres quieren sellar el pase a la siguiente ronda lo antes posible. Hoy mismo, vaya. Y lo mejor es que podrían hacerlo hasta perdiendo ante el Helsingborgs si el obligado Twente no gana en Hannover. Pero el vestuario no es muy de cuentas de la lechera ni hipótesis carambolescas. Van a lo que van. No hacen números. Se puede decir que son más de letras que de ciencias. Letras con las que están poco a poco escribiendo páginas y páginas gloriosas de su historia.

A Suecia han ido con todo lo que hay disponible. JIM se ha quedado un pelín cojo arriba sin Gekas, pero ahí está Ángel para decir 'aquí estoy yo'. Lo hizo contra el Real Madrid, ¿por qué hoy va a ser menos? Al canario sólo le falta saber quién le acompañará por detrás ya que Michel sigue entre algodones, aunque parece que jugará. La idea era seguir con la política de dar descanso a Barkero y, salvo contratiempo de última hora, el plan seguirá adelante. Que habrá cambios, seguro. Como siempre entre semana. Pero si algo ha quedado claro es que a este equipo le da igual Liga que Europa. Si cierras los ojos no distingues si está Navarro o Rodas, El Zhar o Ríos, Juanfran o Nikos Y hasta en la portería se encontrado la bendita solución de repartir minutos a un Navas que se ha presentado como salvador en varios partidos. Europa pasa por sus manos.

Si por algo destaca el Levante es por su rocosidad. Hacerle un gol llega a ser tarea casi imposible para muchos. Y si algo tienen los suecos es gol. Al menos eso han demostrado con Durdic de mesías goleador. Choque frontal se espera en el Olympia, aunque en el golpe a golpe las contras granotas pueden resultar determinantes y más con la pelea de Ángel arriba, siempre más productiva que el pasotismo de Gekas. La roca más dura si cabe con Iborra y Diop. El senegalés vuelve para seguir brillando.

Rival necesitado. Tampoco hay que engañarse. Deberán sudar de lo lindo en el Olympia, siempre que el frío lo permita. El Helsingborgs llega contra las cuerdas. Solamente le queda una bala, la de hoy, para soñar con la clasificación. Lo único es que llevan dos semanas sin competir. La presión hoy es para otros. Y la gloria, para el Levante.