El Mirandés sobrevive al Castilla pese a jugar con diez media hora

El CD Mirandés y el Real Madrid Castilla firmaron hoy en Anduva un empate a cero en un partido en el que los visitantes no supieron aprovechar la superioridad numérica de la que disfrutaron tras la expulsión de César Caneda mediada la primera parte. Comenzó con más garra el Mirandés, manejando el ritmo del partido y presionando bien la salida de los hombres de Toril, que durante los primeros compases del duelo no acertaron a encontrar su juego. Pero la primera ocasión cayó del bando madridista cuando Cheryshev alcanzó a rematar de cabeza un buen centro de Juanfran y obligó a Goitia a mandar el balón a córner.

La réplica llegó dos minutos después, cuando Iván Agustín mandó a las nubes un gran centro de Muneta, y a partir de ese momento, el Mirandés se vino arriba y Alain enganchó una bonita volea a pase de Iribas que Jesús Fernández rechazó con una magnífica estirada. Era el Mirandés el que llevaba la manija del partido hasta que en el minuto 23 Caneda derribó fuera del área a Jesé cuando éste se quedaba solo frente a Goitia tras un rápido contragolpe. El colegiado no dudó y mostró la roja directa al central.

La expulsión cayó como un jarro de agua fría para los de Pouso, que tuvo que recomponer la defensa, cambiando radicalmente el signo del partido. El Castilla se vino arriba y empezó a hilvanar su juego en el centro del campo, obligando al Mirandés a retrasar las líneas, y generando varias acciones de peligro que no fructificaron. Tras el paso por vestuarios, el Mirandés recuperó parte de la imagen perdida durante los últimos minutos del primer tiempo, si bien los de Toril también mantuvieron la presión con Cheryshev como el más activo.

Con todo, las ocasiones, que llegaban con cuentagotas a ambas áreas, no entrañaban apenas peligro. Si acaso, fue el Castilla el que mostró más credenciales para llevarse el encuentro en la segunda parte. Sólo Cheryshev dispuso de una oportunidad clara mediada la segunda mitad, al aprovechar un balón mal atajado por Goitia que acabó paseándose por la línea de meta sin encontrar rematador.