La plantilla espera que el jeque cumpla su pacto

Manuel Pellegrini lo avisó en la rueda de prensa previa al partido disputando en Cornellà contra el Espanyol: "Nosotros hemos cumplido, ahora le toca cumplir al club". Se refirió al pacto alcanzado este verano, en virtud del cual la entidad debe pagar a la plantilla dinero pendiente, que asciende a unos 10 millones de euros, antes del próximo día 31 de los corrientes. Un acuerdo sellado a cambio de evitar denuncias de los profesionales en un momento especialmente delicado por la crisis estival que provocó la repentina decisión del sheikh de no poner más dinero.

Será el primer match-ball para Abdullah bin Nasser Al-Thani, propietario y presidente, que aterrizó el pasado martes tras un largo periodo de ausencia y que dijo públicamente (en declaraciones concedidas a Canal Plus) que sí invertiría en su club. La plantilla, que se arremangó en los momentos más delicados mientras el dueño no daba señales de vida, espera que cumpla sus compromisos y que mantenga la inversión en el equipo.

Ciertamente, Al-Thani no tiene motivos para quejarse de la actitud y prestaciones de sus profesionales. El Málaga es el equipo de moda en Europa. Tercero en la Liga, lidera su grupo en la Champions League invicto e imbatido. Además es el conjunto menos goleado de Primera División ya que sólo ha recibido cinco goles. Números de ensueño para un Málaga que asimila como puede lo de jugar dos partidos por semana.

Pagar a los futbolistas no es el único frente que Al-Tnahi debe afrontar. Sigue sin concretarse un acuerdo con Hacienda, por una cantidad aproximada de otros 10 millones de euros, para que la UEFA desbloquee los ingresos que el club ha conseguido acumular por su brillante caminar en la Champions (van 13,7 millones de euros sin contar el llamado 'cánon televisivo' que garantiza como poco otros siete millones de euros más). También se le deben 3,5 millones de euros al anterior presidente Fernando Sanz.