El Rayo contra el vértigo

Si juntamos a un equipo como el Barça, que de un tiempo a esta parte ha desterrado el control y se ha aficionado a la remontada y a la épica, al vértigo en resumen, y a eso se le suma el factor Vallecas, un rectángulo donde todo es posible, el consejo es que compren palomitas, se acomoden y disfruten del espectáculo, que aquí puede pasar de todo. Rayo y Barça se verán las caras esta noche en un partido que con el presupuesto y las estadísticas en la mano tiene claro color blaugrana, pero que desde el Barça se ve con total desconfianza.

Vallecas tiene muchas de las cosas que no gustan al Barcelona. Un campo pequeño, en el que los saques de esquina son faltas laterales, el público encima, una afición irreductible y un equipo que no tiene nada que perder a estas alturas de temporada. El peor guión, en definitiva, para un equipo que abomina del desorden. O que abominaba. Porque en la versión Tito 2.0 del Barcelona, que es esa en la que Cesc es el tenor solista y la algarabía es dogma el desorden se suma como factor a favor. Sin duda, si hay un partido dibujado de antemano para Cesc y Alexis, ése es el de Vallecas. Si los locales son el Rayo, el Barça de Fàbregas es el vértigo.

Orgullo. Si algo le sobra a Vallecas, es orgullo y el plan de Paco Jémez pasa por la lucha en cada metro del campo. A talento, el Barça golea, pero a ganas, los locales no se van a dejar pisar. La fragilidad en defensa del Barça este curso es la mejor opción para sacar petróleo ante un líder que viaja sabiendo de que le espera un Rayo en cada esquina.