Un campo propicio y un peligro inminente

A través del respeto que inspira el Ajax podríamos determinar la edad de un aficionado del Real Madrid. Mientras los mayores de 40 se ajustarán el nudo de la corbata para hablar del rival de esta noche, los menores de 20 le mostrarán la misma consideración que al Dinamo de Zagreb o al APOEL Nicosia. No es raro. Hace casi dos décadas que el Ajax desapareció de la élite europea (ganó la Champions de 1995 y perdió la final del año siguiente) y se cumplen ya 40 años de su gloriosa tacada continental (1971, 72 y 73). Desde entonces, miseria en Europa y consuelo en casa: el Ajax revalidó la pasada temporada su título de campeón de Liga, el 31º de su cuenta.

Prueba de la permanente reconstrucción a la que está sometido el equipo, es que el pasado verano el Ajax dio catorce bajas (más tres retirados) e incorporó a ocho jugadores. Quince de los futbolistas que componen la plantilla tienen 20 años o menos y sólo uno ha sobrepasado los treinta, el danés Poulsen (ex del Sevilla). Después de los últimos traspasos, apenas queda rastro de la selección subcampeona del mundo. Ryan Babel (25) es el único jugador del equipo que estuvo en Sudáfrica.

Aviso. Sorprende que un adversario tan aparentemente tierno como este Ajax resistiera las acometidas del temible Dortmund hasta el minuto 87 (1-0). Pero como lo hizo, habrá que pensar que el equipo de Frank de Boer tiene algo más que juventud e inexperiencia. Por cierto, el menor de los gemelos De Boer (por minutos) debutó en el Ajax cuando tenía 18 años, dato que nos muestra la vieja costumbre del club de arrojar a los muchachos en paracaídas en cuanto alcanzan la mayoría de edad.

Mourinho se refirió a ese partido en Alemania para sostener que hoy será más difícil que en los dos últimos años. No parece complicado: cuatro plácidas victorias madridistas (0-3, 3-0, 0-4 y 2-0) que hicieron olvidar la clásica rivalidad de otros tiempos, las eliminaciones del 73 y del 95, y el reñido pase del 63, ante un Johan Cruyff de 20 años.

Sobre el once, el técnico portugués dio pocas pistas (viajaron los 24 jugadores de la plantilla). Regresará Arbeloa, cuya comparecencia pública confirma su titularidad, y es duda Khedira, por problemas físicos. Aunque el técnico descartó las rotaciones pese la inminencia del Clásico, parece lógico pensar que el alemán dejará su puesto a Essien.

Cambios. Por delante no sería extraño ver a Callejón, que el pasado año hizo doblete en el Arena. Su entrada daría descanso a Di María, que acabó exhausto contra el Deportivo y será básico contra el Barcelona. Tampoco descarten la presencia de Özil. La táctica del palo y la zanahoria aconseja hortaliza después del estacazo de ayer. Entre los arietes, Benzema parte con ventaja.

Como se puede imaginar, el caso Ramos ocupó gran parte de la conferencia de prensa. Mou negó los problemas sin demasiado entusiasmo y nadie imagina otra cosa que la titularidad del sevillano en la noche de hoy. Otra posibilidad reavivaría peligrosamente el fuego.

Será la quinta salida de la temporada para el Madrid, que ha perdido en tres de ellas (Barcelona, Getafe y Sevilla). Hoy no debería haber tantos problemas, salvo que a los viejos espíritus del Ajax les dé por empujar. Se enterarán entonces los veinteañeros.