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LIGA BBVA | GETAFE 1 - MALLORCA 0

El Getafe sonríe en el Coliseum ante un Mallorca con diez

La expulsión de Ximo Navarro, en el minuto 9, por una entrada brutal a Diego Castro determinó el encuentro. El Mallorca apretó mucho al final en las jugadas a balón parado.

P. BARGUEÑO
Actualizado a
<b>GETAFE 1 - MALLORCA 0</b>. Diego Castro dedica su gol al fallecido Manolo Preciado.
GETAFE 1 - MALLORCA 0. Diego Castro dedica su gol al fallecido Manolo Preciado.Jesús Rubio

El Getafe, en su gélido Coliseum -no se notó la entrada gratis por abonado que regaló el club-, buscaba una redención anticipada. Con el rebufo de la victoria ante el Real Madrid ya más que extinguido, a los de Luis García no les quedaba otra que ganar, ya fuera por lo civil o por lo penal. Fue por lo penal, porque Paradas Romero decidió ser ortodoxo en la aplicación del reglamento y expulsó a Ximo Navarro en el minuto nueve por una entrada que sí figura en el vademécum arbitral. La acción condicionó el partido, que pasó a ser de total dominio azulón.

El Mallorca comenzó el encuentro con la clara meta de conseguir por fin un triunfo lejos de su baluarte insular. Así, ya en el primer minuto Nsue probó desde lejos a Moyá con un potente pero centrado disparo, y en el cuatro, los de Caparrós se pudieron poner por delante tras una doble ocasión. El israelí Hemed ejecutó un seco disparo desde la frontal que repelió el meta azulón, pero el rechace llegó a Pereira, que estrelló el balón en el poste derecho.

Prácticamente hasta ahí llegó el Mallorca. En el minuto nueve, la adrenalina jugó una mala pasada a Ximo Navarro, que pasado de revoluciones llegó tardísimo al balón y se topó con Diego Castro, al que arrolló con una dura entrada. Paradas Romero lo tuvo claro y mostró la roja al mediocentro bermellón en una acción que se prestaba a tantas interpretaciones como potenciales colegiados tiene este país.

Joaquín Caparrós no esperó mucho para mover el banquillo. En el minuto 21 se produjo el primer cambio del partido. El sacrificado fue Pereira, y en su lugar entró Nunes, con la idea de acumular cinco hombres en defensa (Antonio López, Geromel, Conceiçao, el propio Nunes y Nsue). El Getafe comenzó a campar a sus anchas gracias a la superioridad generada tras la expulsión de Ximo, y el Mallorca se replegó, con la esperanza de mantener a cero su portería y dar algún susto a balón parado.

Ante esta tesitura, Luis García decidió sacrificar un mediocentro y sustituyó al francés Lacen para dar paso a la siempre esperada calidad de Pedro León por la banda derecha. Lafita quedó como segundo punta junto a Álvaro Vázquez, que no tuvo su noche. En ataque, los galones recayeron sobre Barrada, que pudo anotar tras un gran disparo que se topó con la mano de Aouate.

Comenzó la segunda mitad con la imperiosa necesidad por parte de los locales de anotar un gol, porque el Mallorca, con un menos, hacía siglos que había decidido apostar por el 0-0. Dicho y hecho, porque apenas arrancó el segundo tiempo, Diego Castro puso el 1-0 sobre el electrónico del Coliseum. La acción vino precedida de un centro de Pedro León y un mal despeje de la defensa bermellona, probablemente en el único fallo que tuvo en toda la noche, porque tanto Conceiçao como Geromel jugaron a un gran nivel. Por cierto, Diego Castro no sólo estuvo espléndido en la definición, sino también en la celebración, con un recuerdo muy especial para Manolo Preciado.

A medida que avanzaba el partido, los roles de ambos equipos en el terreno de juego estaban más definidos. El Getafe, con el 1-0 a su favor, esperó a que el Mallorca se abriera en busca del empate y así aprovechar los espacios libres para hacer daño a la contra. En esas lides destacó Barrada, auténtico líder en el ataque del Getafe: distribuye, da asistencias y remata a puerta. Tiene 23 años. Un desacertado Álvaro Vázquez abandonó el partido en el minuto 57 para dejar paso a Paco Alcácer, que en los minutos que disputó tuvo varias ocasiones claras para ampliar la renta en los momentos en que los locales contraatacaban.

Por su parte, el Mallorca tuvo la ocasión de empatar en el minuto 59, tras un remate de cabeza de Conceiçao al que respondió espléndidamente Moyá, ya que el esférico iba con bote. Pero las más claras fueron en los últimos minutos, en dos acciones de Nunes; una a balón parado que llegó a rematar, pero el balón pasó llorando cerca de la meta del Geta, y otra en el último suspiro, con un remate que se marchó desviado pero puso los pelos de punta a la afición getafense.

Respira el Getafe con estos tres puntos, en un partido que será especialmente recordado por Ximo Navarro, que tomó demasiados riesgos en una tempranera entrada muy dura que cambió radicalmente el encuentro. Pero el Mallorca, a pesar de ceder su condición de invicto, sigue emanando aroma a equipo serio y bien armado, con mucho que decir en esta Liga.