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Europa League | Hapoel 0 - Atlético de Madrid 3

El campeón exhibe recursos

Solvente victoria del Atlético con un once plagado de meritorios. Golazo del Cebolla. Diego Costa y Raúl García marcaron y brillaron. El Hapoel, muy blando.

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<b>ESTRENO. </b>Emre celebra con el Cebolla el primer gol del uruguayo con el Atlético ante la desolación de Pantsil y Vermouth.
ESTRENO. Emre celebra con el Cebolla el primer gol del uruguayo con el Atlético ante la desolación de Pantsil y Vermouth.

El rival era flojo, sí; pero quienes conocen bien al Atleti saben que la apuesta del Cholo por los suplentes tenía algo de doble o nada. Lleva años el equipo rojiblanco sobreviviendo con doce o trece futbolistas (siendo generoso), exprimiéndoles hasta los huesos, cruzando los dedos porque ninguna lesión acabase con su frágil equilibrio. Si la decisión de dejar a cinco titulares fijos en Madrid y a otros tres en el banquillo acababa por resultar suicida, volverían las dudas sobre la profundidad de la plantilla y los fantasmas de aquella humillante eliminación en la Europa League 10-11. Pero salió bien. Muy bien, diría. El campeón tiene fondo de armario, confianza y presencia de grande. Al fin.

El partido fue un paseo. Sin exagerar. El Hapoel ha visto mucho al Barcelona. Demasiado, me atrevería a decir. Empieza a ser una moda suicida entre los equipos humildes tocar por encima de sus posibilidades, como diría aquel. Suena fenomenal eso de salir jugando pero, antes de ponerse a tomar riesgos en campo propio, conviene tener algún futbolista capaz de hacerlo. No era el caso del equipo israelí. Y el Atleti agradeció la deferencia.

Raúl García y Emre se dieron un festín a recuperar balones en territorio rival. Ambos centrocampistas salieron muy reforzados del partido. El navarro demostró, una vez más, que fue un error intentar convertirle en mediocentro. No lo es. Pero jugando en su sitio, por delante del doble pivote (ayer más escorado a la derecha), su presencia, su llegada y su disparo le convierten en un futbolista muy aprovechable. En cuanto al turco, calidad le sobra. Es de largo el más creativo de los cuatro mediocentros que maneja el Cholo y la duda reside en si aguantará físicamente partidos de más exigencia y ritmo. Si lo logra, su importancia en el equipo irá in crescendo.

Raúl García fue el primero en avisar, forzando una gran parada de Edel a los diez minutos, y de inmediato entró en escena Diego Costa, el hombre de la semana en el Atleti. El brasileño es estéticamente complicado, siempre a trompicones, con querencia a chocar más que a esquivar, Pero suma siempre. Y si su presión ayuda a Adrián a espabilar, doble mérito. El asturiano estuvo más lúcido en el juego, aunque sigue fallón en el remate. Pero parece en línea ascendente. Es indispensable. Ellos dos encadenaron cinco ocasiones antes de la media hora, pero fue el Cebolla quien abrió la cuenta en el 37 con un fabuloso zurdazo desde fuera del área, tras un robo de Raúl García y una buena dejada de Diego Costa. De inmediato, nueva recuperación de Raúl García, gran pase de Adrián y el brasileño sentencia antes del descanso. Sin sudar, como los grandes.

Tranquilo. En el Hapoel sólo Ben Haim merecía algún primer plano. El extremo israelí es rápido y tiene un desborde apreciable, pero se aprovechó de que Sílvio sigue lejos de ser aquel estupendo lateral de antes de las lesiones. Casi todo el peligro local llegó por la banda del portugués. Pero Asenjo respondió bien, Raúl García culminó su estupenda tarde con un buen gol en un córner y el Atleti dedicó la última media hora a esperar la hora de volver a casa con la misión cumplida. Con un grupo flojo y un banquillo fuerte, Europa será por ahora de los meritorios. El Cholo apostó y ganó. De nuevo.