Undiano tuvo que expulsar a Di María

El partido empezó para un árbitro de la peor manera. Con un equipo muy fuerte en sus entradas, el Sevilla, que hacía perder los nervios al contrario. Gracias a que esa actitud sólo duró 20 minutos. Aun con todo, el árbitro aplicó todo lo que pudo la ley de la ventaja para agilizar el juego, aunque lo debió de retener más en algunos momentos. Con las tarjetas, su actuación fue benévola. Las jugadas más conflictivas fueron precisamente por esto. En el minuto 4, Navarro le deja un recado a Higuaín en el pecho con el codo. El argentino le respondió con una patada, que si llega a ser vista por el colegiado, hubiera supuesto su expulsión. Después, en el minuto 43, Rakitic entra a Di María por detrás en falta de amonestación (le enseñó tarjeta), y el argentino se revolvió soltándole un manotazo aunque no acertó a darle. Di María, que además ya había visto amarilla antes, tuvo que ser expulsado.

También hubo varios agarrones en las dos áreas. Destacamos el del minuto 60, en el que Botía abraza a Cristiano dentro del área. Me inclino a pensar que no es penalti por varios motivos. Durante el abrazo los dos jugadores están quietos (antes de sacarse la falta). Siguen igual cuando el balón pasa por encima suya. Luego, al soltarle, Cristiano, sin haber intentado zafarse en ningún momento, se deja caer al suelo descaradamente. No es penalti. Y por último, en el minuto 80, Cristiano pidió pena máxima de Fernando Navarro, pero aún no había entrado en el área. Le toca el pie, pero el portugués sigue y luego se tira cuando ve que Navarro toca el balón. De haber pitado la falta primera (antes de dejar seguir) era claramente fuera del área.