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Rayo | El perfil | Leo Baptistão

Las lesiones retrasaron la aparición de Leo en la élite

Leo vivió su debut soñado en Primera. Fue titular ante el Betis y maravilló con su juego. Paco le dio una oportunidad que las lesiones le negaron un año antes con Sandoval. Eclosionó su talento.

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Las lesiones retrasaron la aparición de Leo en la élite

Leonardo Carrilho Baptistão (Santos, 26-08-1992) se ha convertido en la revelación del Rayo tras su gran debut en Primera, con una asistencia y un gol al Betis. Leo es un chico tímido, humilde y tranquilo, que aterrizó en el club franjirrojo en la temporada 2008-09. A través de un amigo de su padre que fue futbolista y lleva mucho tiempo en España, el joven delantero probó con sólo 16 años y se quedó en las categorías inferiores. Pronto el brasileño, con pasaporte italiano, sufrió una hepatitis por la que regresó a casa para recuperarse, puesto que su padre es médico. A la vuelta, se ejercitó con el Juvenil, pero la Federación le denegó la ficha y fue entonces cuando se le buscó una cesión al San Fernando.

Leo se reincorporó al Juvenil vallecano, en división de honor, ya con la mayoría de edad y más rodaje. En el vestuario coincidió con otro baluarte de la cantera, Lass, con quien compartió piso hasta que luego se marchó a vivir con un familiar, y a las órdenes de Diego Montoya firmó un gran curso, anotando 11 tantos. Esa campaña (2010-11), Sandoval ya le seguía y le subió a algunos entrenamientos con el primer equipo. De hecho, el año siguiente hizo la pretemporada con el Rayo y un golazo al Cagliari le hizo ganar enteros respecto a Delibasic, cuando aún no se había fichado a Tamudo. Pero la mala suerte reapareció en forma de lesión y en su debut con el primer equipo, en el Trofeo de Vallecas ante el Sporting, se rompió la clavícula. Los tres meses de baja se prorrogaron por una recaída y problemas también en un pie. Apenas tuvo minutos en el filial de Jimeno (4 goles).

Por fin su guión ha cambiado. "Soy el chaval más feliz del mundo", confesó. Decenas de tweets felicitaron al punta, que admira a Cristiano y cuyo mayor cómplice en el vestuario es Sueliton. Esta vez tendrá ficha con el primer equipo y Paco, que le convocó contra el Granada, avisa: "Tiene unas posibilidades enormes. Sería muy tonto si no le sacara el rendimiento que sé que tiene". Un chico discreto con un futuro brillante.