Negredo y el poste dejan tocado a un gris Granada

El Sevilla se puso anoche el mono de trabajo para no marcharse de Los Cármenes de vacío tras aguantar durante 55 minutos en inferioridad. Y fue gracias a Negredo y a una dosis de fortuna, que también cuenta. El vallecano calló al estadio antes del descanso con un empate que sabía a gloria para el Sevilla y que casi se le esfuma a los de Míchel en el 93' tras un cabezazo de Floro Flores que acabó en el larguero. Palop, que había sustituido al expulsado Diego López, bastante tuvo con estirarse... y rezar para que la pelota no acabara en la red. Y sus rezos fueron escuchados.

Míchel respiró con el pitido final, porque le vale el punto en su objetivo de volver a Europa. Y más por cómo transcurrió el partido. Es la media inglesa, que le mantiene su idea del nuevo Sevilla, mejor que el del año pasado. Aunque la forma y el fondo sea muy parecido al que defraudó la pasada temporada. De momento lleva los mismos puntos y lo que se ve sobre el césped ya es una historia contada en más de una ocasión. La defensa es endeble con espacios, en el medio cuesta crear juego, Navas sigue de notable, Reyes igualmente desaparecido y Negredo haciendo lo que mejor sabe, que es hacer goles. En resumen, más de lo mismo. Si acaso una mejor colocación en inferioridad y un saber estar sobre el campo. Demasiado poco para un equipo que quiere recuperar el camino perdido y volver a Europa.

Sin puntería.

Anquela, que se estrenó en el banquillo de Los Cármenes, mira el punto en el casillero del Granada y echa en falta alguno más. Uno al menos en Vallecas y ayer otros dos más si la suerte hubiera estado de su lado. Ese cabezazo de Floro Flores mereció el premio del gol.

Pero el Granada no fue mejor que el Sevilla, aunque tuvo ocasiones para ganar. Tras la expulsión de Diego López, el penalti y el gol de Mikel Rico -Palop detuvo el disparo de Siqueira desde los once metros-, el conjunto local apenas inquietó al Sevilla hasta los minutos finales. El Granada sabe que le tocará sufrir otro año más y ahora viaja al Santiago Bernabéu. Ya sabe Anquela lo que es la Primera...