Neymar participa de dos victorias en apenas 28 horas

Neymar es una máquina. Veintiocho horas después de curar la resaca olímpica de la selección brasileña al contribuir para la victoria ante Suecia (0-3), en amistoso disputado en Estocolmo, el delantero viajó 14 horas en un avión privado hasta Florianópolis, donde marcó un gol, dio una asistencia y fue el nombre de la remontada del Santos contra el Figueirense (1-3) por el Brasileirao.

La iniciativa de fletar un avión para volver a Brasil fue del padre del jugador, pues Neymar estaba "ansioso para ayudar al Santos a subir en la tabla" (el equipo ocupa la 14ª plaza). Tras llegar a Brasil, el delantero puso en Twitter una foto de la camiseta del Santos que vestiría más tarde, diciendo que la echaba de menos. Sin embargo, la aeronave le fue ofrecida por un patrocinador.

No se sabe si fue la cama en la que durmió en el vuelo o el cobertor de 1.000 euros, pero el brasileño llegó a Florianópolis descansado. Tras jugar 82 minutos en la victoria de la canarinha, Neymar fue titular en el Santos, anotó un golazo, el de empate, y dio el pase para el tercero. Impecable.

"Tras el esfuerzo para conseguir el avión, no podría decir que no quería que jugase. Neymar es único, jugó muy bien y tiene una condición física excelente. No fue un riesgo", declaró Muricy Ramalho, técnico del Santos, tras ser preguntado si la alineación del jugador no pondría en riesgo su forma física. La actuación del crack hizo que el presidente del club paulista comparase a Neymar con Superman: "Creo que él vino de Krypton, pues sólo Superman hace algo así". Por casualidad, Neymar fue elegido para el examen antidopaje tras el partido. No se ha encontrado ninguna sustancia prohibida, pero el examen no detecta poderes sobrehumanos.