Magisterio del Castilla

Madrid y Barça se asomaron ayer a las pantallas de televisión tras las vacaciones. Ya trabajan y parece que vayan al compás. Se presentaron el mismo día, han jugado sus primeros partidos también el mismo día, ambos están a la espera del grueso de sus fuerzas, aún en descanso tras la Eurocopa... Y ambos tienen flecos por cerrar en la plantilla. El Barça, lustroso por delante, aún tiene que remendarse por detrás. Un central, un medio que compense la salida de Keita... Javi Martínez podría hacer las dos cosas, pero el precio es caro. Y será difícil rebajarlo, porque el jugador lo vale y su club lo necesita.

Y el Madrid está a vueltas con Modric y con Kaká. No ha gustado en el Madrid la insumisión del croata, que anteayer se avino a volver a los entrenamientos. El Madrid puede así reemprender las negociaciones, pero se encontrará con la hábil propuesta de Villas-Boas, tipo sin duda inteligente, que ha metido a Joselu y Jesé en la negociación. Eso le crea un apuro al Madrid, porque la gente quiere cantera, se ha visto mal la salida de Carvajal, y además Modric no entusiasma. Villas-Boas consigue que el Tottenham dé imagen de estar dispuesto a una negociación razonable y al tiempo coloca al Madrid casi ante un imposible.

En fin, que la pretemporada empezó en barbecho, pero se pudieron ver algunas cosas. La principal es que Kaká definitivamente no cuenta. El Madrid lo dejó en casa. Evidentemente, no es tan importante como Messi, cuya lesión y ausencia de Hamburgo le costaron al Barça 360.000 euros. En Oviedo, que se sepa, nadie preguntó por Kaká. Casi se echó más en falta a Jesé que al perezoso brasileño, al que el Madrid no se consigue quitar de encima ni con agua caliente. En fin, ganaron los dos, el Barça y el Madrid . Hay mucho por delante pero es bueno empezar bien. Ya vendrán los desafíos más importantes.

La cantera del Madrid existe, está sana, saludable, es vigorosa, talentosa y sólo necesita que alguien empiece de verdad a creer en ella. En Oviedo dejó su sello. A lo bestia. Los despistados que llegaron apurados de hora al Nuevo Carlos Tartiere y contemplaron el once inicial del campeón podían pensar que la alineación la había hecho Toril y que el Castilla recibía un homenaje por su brillantísimo ascenso a la Liga Adelante. Pero al girar la mirada hacia el banquillo vieron al mismísimo José Mourinho, que hizo un brindis a la cantera que para la cultura merengue es de agradecer. El madridismo cree en sus chavales, le gusta verlos en el escaparate y siempre preferirá contemplar a los Moratas y Carvajales antes que a los Altintops de turno. La cantera no es una broma y los hijos de Valdebebas entendieron el mensaje como alumnos aplicados y aventajados. Durante 45 minutos dibujaron un fútbol sobrio, ordenado, activo y pleno de efectividad.

Con las incorporaciones, para disimular el desembarco de los imberbes castillistas, de Adán y Granero, el Real Madrid Castilla impuso su ley ante un Oviedo animoso y valiente, que poco pudo hacer ante un rival que jugó sobrado ante 15.000 asturianos deseosos de ver buen fútbol.

El 0-1 justificó el precio de la entrada. Pase en largo de Iván (central comprado al Málaga), que capturó Lucas con destreza para batir con estilo a Dani Barrio. Jugada muy del laboratorio de Mou. Luego insistieron Morata, espléndido arriba, y Denis. Si les digo su apellido, Cheryshev, les sonará más. Es el hijo del ruso que jugó cuatro temporadas en el Sporting. Su chaval trasladó un duelo regional y jugó a 10.000 revoluciones, con el premio del gol que firmó en una contra fantástica. Denis es el primer ruso que debuta en la historia del Madrid. Spasibo, (Gracias) máquina.

Granero puso el 0-3, justificando su brazalete de capitán. El Pirata recibe así el premio a la lealtad, algo de lo que no puede presumir Kaká, que se quedó en Madrid para que la broma no vaya más lejos. No conozco a ningún crack que en su especialidad se tire tres años sin justificar su sueldo de megaestrella.

Al descanso, Mou entendió que era la hora de agradecer a la afición del Oviedo su presencia en la grada y sacó a los Higuaín, Di María, Callejón y Lass. Un Madrid con más cuajo teórico, pero eso no evitó el gol ratonero de Martins y que Jesús (sustituto de Adán) tuviese que parar un penalti a Manu Busto para evitar mayores emociones. También vimos a Fabinho, el joven lateral derecho brasileño que ha evitado un despilfarro innecesario con el envejecido Maicon. Di María, que siempre juega como si llevase dos meses entrenándose, puso el 1-4 en una pillería y firmó el 1-5, en una delicatessen de Higuaín. Veo que esta temporada el Madrid va a bailar más de un tango en el Bernabéu

La manita sirvió para constatar que a Mourinho nadie le tose en los amistosos. Lleva 17 con el Madrid en estos tres años y no conoce la derrota. También quedó claro que el vivero de Valdebebas tendrá más protagonismo esta temporada. El portugués sonrió mucho en la primera parte. Mou ya se ha empapado de lo que es este club. Los 40 años de vida del Castilla merecían este homenaje...