El Barça descubre ahora que no le gustan los indultos

El Barça está indignado con la medida de gracia de Ángel María Villar, presidente de la RFEF, que deja sin sanción a José Mourinho, principal obsesión culé, aunque también a Tito Vilanova tras el incidente entre ambos en la última Supercopa de España. Un año después del incidente en el Camp Nou insisten en que el entrenador del Real Madrid no debe salir impune.

"El hecho coincidió con la reelección del presidente de la Federación, que tradicionalmente concede medidas de gracia por esa razón. Procuramos que esa medida no se adoptase. De hecho, el presidente Sandro Rosell hizo constar en acta nuestra oposición, pero no ha servido porque el club es una pequeña parte de la Federación. Dijimos que no podía quedar impune una agresión", explicó Freixa.

De esta manera, el portavoz del club culé anunció ayer que la Junta azulgrana propondrá a la Federación la creación de un grupo de trabajo para que no permita aplicar medidas de gracia "a los autores de una agresión". Y siguió: "Queremos continuar trabajando con la Federación para que se hagan mejor las cosas. Deseamos proponerles la constitución de un equipo de trabajo que regule las medidas de gracia, algo que no consta en los estatutos de la RFEF. Queremos que se mejore todo y participar de manera directa de ello. Lo comunicaremos y esperamos que la respuesta sea positiva por su parte. De no ser así, nos podríamos plantear otras cosas", aseguró, dejando la puerta abierta a que cualquier socio pueda denunciar a Mourinho a través de la justicia ordinaria, aunque aclaró: "No quiero que se queden con que tenemos la idea de denunciar por la vía judicial".

"Hubo una agresión del entrenador del equipo rival al que entonces era nuestro segundo técnico que no figuró en el acta (Vilanova también salió beneficiado del indulto, ya que de no haber sido perdonado, habría vivido su primer Clásico desde la grada). El club se planteó denunciar los hechos, pero consultó con el vestuario y se entendió que era mejor no entrar en el asunto y lo dejamos todo a un lado. Los comités juzgaron que era una acción leve, pero la propia Federación debe entender que fue muy grave", insistió.

Hay que recordar que Villar siempre otorgó estas medidas de gracia cuando fue reelegido presidente o por algún éxito de la Selección. Y el Barça ha salido muchas veces beneficiado. En 2000 le fue perdonado el año de sanción impuesto por Competición por el ultraje a la Copa, al no jugar contra el Atlético el partido de vuelta de las semifinales. O después con el cochinillo, aunque para Freixa no es lo mismo el perdón por el famoso Clásico de 2002, en el que se lanzaron objetos contundentes al terreno de juego, como botellas de vidrio o la cabeza del cochinillo. El club fue castigado con el cierre del Camp Nou por dos partidos, aunque finalmente tuvo que abonar sólo una multa de 4.000 euros tras la modificación del artículo 118 de los estatutos de la RFEF y también salió beneficiado.

"Estamos enfadados y lo que decidió la Federación no nos gusta. Esas decisiones no nos hacen quedar bien ante el fútbol europeo. Confiamos que en esta temporada cosas así no vuelvan a suceder", dijo Freixa, para lanzar después un mensaje a Butragueño, director de Relaciones Institucionales del Madrid: "Antes de hablar debe argumentarse bien".