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FÚTBOL | EUROPEO SUB-19 | ESPAÑA 3 (4) - FRANCIA 3 (2)

Deulofeu vale una final

El azulgrana marcó dos goles y el penalti decisivo en la tanda. Kepa detuvo dos. La Selección jugará la final frente a Grecia el domingo (20:15, Antena 3).

Fernando López de Lorenzo
Actualizado a

Gerard Deulofeu vale una final de un Europeo. El jugador del Barça se destapó con un partido maravilloso ante Francia (3 (4) -3 (2)) y permite a la Selección defender el título conseguido el año pasado en Rumanía. El pequeño extremo anotó dos goles y firmó el penalti final, el que daba el pase definitivo. España comenzó atenazada, impresionada por el imponente físico francés y tardó mucho en darle color al partido. No supo reaccionar al primer gol de Umtiti, sorprendente arma gala, y sólo despertó cuando Paco Alcácer, otro de los héroes, encontró a Deulofeu mediada la segunda mitad. El propio Alcácer marcó el 2-1, aunque poco después Umtiti, de nuevo, empata tras un afortunado rechace cuando España sentía la final en las manos. La prórroga descubrió, otra vez, a Deulofeu, que demostró ser imparable a la contra; sin embargo, el gran Pogba tenía reservado un desagradable e injusto desenlace y llevó el partido a los penaltis también en el descuento. En la tanda se agrandó la figura de Kepa, que detuvo dos penaltis y hundió a Francia.

El partido bien podría haber empezado en la segunda mitad. España no supo controlar el choque de la forma habitual y sufrió ante el despliegue de los franceses, agarrados a Paul Pogba, un jugador que, a pesar de tener 18 años, juega con la madurez de un veterano. Instalada Francia a la perfección en el terreno de juego, los de Lopetegui sólo disfrutaron de dos ocasiones en los primeros 45 minutos: un tímido remate de Ramalho y un punterazo de Jesé que encontró la manopla de Aréola. Con España atorada, Francia encontró la primera pizca de suerte que le brindó el encuentro. Un corner rematado por el omnipotente Pogba quedó muerto en el área pequeña y nadie acertó a despejar. Umtiti se encontró la pelota y no perdonó. 0-1 y la final, un poco más lejos.

Pero había recursos en el banquillo. El primero, Paco Alcácer. El joven delantero del Valencia es una joya. Su primer balón, un tremendo pase en profundidad a la espalda de la zaga gala, lo aprovechó Deulofeu para dar justicia al marcador. Deulofeu merece mención aparte. Perdido en mil batallas en la primera mitad, la segunda le regaló una oportunidad. Francia consideró que estaba apagado y le olvidó. Entonces, Deulofeu se vengó a la primera que tuvo. El pase de Alcácer le dejó sólo ante Aréola y el 17 no se dejó nada. El gol activó a España y pronto llegó el segundo. Alcácer aceptó el presente de la deficiente defensa francesa, que no despejó un magnifico centro de Grimaldo, y con frialdad batió al meta galo. El partido parecía sentenciado, hasta que Francia recogió su segundo ramillete de suerte. De nuevo, además, Umtiti; de nuevo, también, un balón parado.

Con la prórroga castigando a los españoles, apareció la enésima opción que guarda España. Denis Suárez equilibró el ataque y alumbró el camino, oscurecido por el agotamiento. Un contraataque lanzado por el del City, lo acogió con delicadeza Alcácer, que encontró a Deulofeu. El joven catalán, que había manchado su excelso concurso con varios fallos, se redimió y superó por bajo a Aréola. El 3-2, partido sentenciado y final en el bolsillo. Hasta que se erigió Pogba. El medio centro por el que se pega media Europa no podía abandonar el torneo sin darle emoción a la semifinal. Su gol, heroico por el esfuerzo de llegar al balón deslizándose por la hierba, hace aún más grande la victoria de España.

Para terminar, el colofón de los penaltis. Campaña erró el primero y, casi llorando, vio cómo su compañero Kepa, un guardameta jovencísimo, a la par que ágil, valiente y despierto, arreglaba el desperfecto y detenía dos penas casi idénticas. Además, sirvió la victoria final a Deulofeu, autor del último penalti, el borche perfecto para una gran noche.