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SEMIFINAL | PORTUGAL - ESPAÑA

Cristiano Ronaldo es el hombre y España es el equipo

La selección campeona se enfrenta al jugador más en forma de la Eurocopa

Actualizado a
Cristiano Ronaldo es el hombre y España es el equipo

En la Eurocopa de 2008, el partido clave fue el de cuartos. Eliminada Italia, nos liberamos del complejo de la ronda maldita y el torneo nos pareció cuesta abajo. En el pasado Mundial, plagado de partidos agónicos, nuestra autoestima se disparó en semifinales. Fue contra Alemania, y no frente a Holanda, cuando ganamos el título. Hoy, ante Portugal, España disputará su partido decisivo del campeonato, el que eleva o el que mata.

 Como en aquellas otras citas, el pronóstico es igualadísimo, hasta mínimamente adverso. Portugal tiene más físico, más hambre y, por encima de todo, tiene a Cristiano Ronaldo. Nosotros, en cambio, somos los de siempre o un poco menos que eso: nos faltan Puyol y Villa. Si hemos llegado hasta esta ronda es porque tenemos oficio y porque la sublimación del tiqui-taca nos ha permitido disimular un estado de forma poco exuberante. La impresión (poco optimista, lo admito) es que todo lo que nos ha valido hasta ahora no nos bastará hoy.

Qué hacer, entonces. La historia nos dice que siempre que Del Bosque ha intuido un desafío mayúsculo y un peligro inminente ha cambiado algo. No ha ocurrido muchas veces, pero los ejemplos rebaten a quienes le acusan de inmovilista. De su época en el Real Madrid se recuerdan los tres centrales de la final de 2000 o la reubicación de McManaman como mediocentro en la visita Old Trafford en 2003 (4-3, exhibición de Ronaldo). Ya en la Selección, la titularidad de Pedro en la semifinal contra Alemania, en el pasado Mundial, fue determinante. Un jugador clave en un día clave.

Hoy Pedrito vuelve a tener opciones. Jugó contra Francia y en apenas 25 minutos reactivó el fútbol de España. Y tampoco se puede descartar a Fernando Llorente, tormento de Portugal en la Copa del Mundo (disputó 32 minutos para enmarcar). Tanto él como Negredo parecen jugadores adecuados, con sus diferentes armas (florete y hacha), para poner en dificultades a Pepe y Bruno Alves.

Controlar a Cristiano será una estrategia dentro de la estrategia general. Arbeloa será su vigilante más próximo, auxiliado por un afinadísimo Ramos y un poco afinado Piqué. Burlados los sistemas de seguridad nos quedará Casillas. Cuando en Sudáfrica le preguntaron por este mismo duelo, Iker respondió: "Yo conozco a Cristiano, pero los balones que él chuta no me conocen a mí".

Confianza. Igualado el partido desde dos filosofías opuestas (las del Barça y Real Madrid), existe una ventaja para España que se localiza en el sistema límbico del cerebro. Allí es donde se gestionan las emociones. Portugal y Cristiano podrían ser víctimas de su propia ansiedad; España, por primera vez, está libre de ese riesgo. Arderá Ucrania y seguiremos tocando, esperando a que Del Bosque invente algo si no se lo ha inventado ya.