Una riada de españoles toma la ciudad polaca de Gdansk

Miles de aficionados fueron llenando ayer las calles de Gdansk y hoy se esperan unos 10.000 en el estadio para apoyar a la Selección. Algunos, como Arturo López, han llegado desde Madrid en avión. "Es un viaje de ilusión, creemos en nuestros jugadores y vamos a ganar a Italia". Arturo es broker "una profesión de riesgo, ahora más que nunca", bromea. Ha venido junto a un odontólogo, también español, que vive y trabaja en Los Ángeles. "Ha sido un viaje largo, pero merece la pena. Mis vacaciones este año son la Eurocopa". Javier y Rafa Castellanos, dos hermanos, son médico e ingeniero de Caminos. Ellos también forman parte de la Marea Roja. "Hemos venido ocho matrimonios para animar a España". Rafa ya estuvo en la Eurocopa 2008 y recuerda "la final de Viena como uno de los momentos más emocionantes de mi vida". Su mujer, Ana, trabaja en Iberia. "Es locura por el fútbol, en el caso de ellos, y pasión por La Roja, en el nuestro. Son unas vacaciones perfectas".

Todos estaban ayer por el casco viejo de Gdnask, donde coincidieron con Ángel Villar, el presidente de la Federación, que paseaba por las calles de la ciudad polaca junto a Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Española, y Francisco Fernández Fabregas, embajador de España en Polonia.

Los estudiantes españoles de 'Erasmus' eran los más animados. Manolo, el del Bombo, les llevó la alegría. 'A por ellos, oé' fue el grito más repetido por todos. Hoy atronará en el estadio.