NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Real Madrid | La Tribuna

¿A dónde ir y para qué?

Mou sólo puede estar en el Madrid.

Pedro Ferrándiz
Actualizado a
Florentino y Mourinho.

Dame títulos y pídeme lo que quieras". "Deme lo que le pido y tendrá títulos". Esa imaginaria conversación fue el auténtico contrato que dos hombres de palabra, Florentino Pérez y José Mourinho, firmaron sin firmas. Tengo testigos importantes en este diario que certificarían que yo jamás acepté la posibilidad de que Mourinho se marchara del Real Madrid para irse a otro club si no era porque le echaban o se marchaba Florentino. Ni loco. Mi respuesta era: "¿A dónde y para qué?".

Florentino y Mourinho ya sólo pueden convivir con la excelencia y sólo el Madrid la posee en su máxima expresión. Ambos han encontrado en ella su medio natural y ya no conciben otro estatus. Cada uno contribuyendo a saciar las legítimas ambiciones del otro, que por cierto son infinitas. No veo a Florentino presidiendo otro club, ni a Mourinho deambulando por los Emiratos Árabes, China o Inglaterra como no sea para matar el gusanillo o evitar que su mujer le eche a la calle, porque dinero le sobra y gloria también le va a sobrar en el Madrid. En un futuro lejano quizá sea seleccionador de Portugal, ya en esa fase de maldición bíblica que es la vejez. Mourinho sabe que, como entrenador del Real Madrid, sus palabras, como las del Papa, resuenan en el mundo entero, pero al Papa sólo le escuchan mil millones de personas. La capacidad de adaptación de Mourinho a las normas y tradiciones del club está siendo rápida, con algún que otro tropezón. Y eso comenzó cuando el club le denegó el permiso para ser seleccionador de Portugal. La indudable conmoción que sufrió su ego la ha ido superando paulatinamente hasta llegar a un estado de casi total aceptación siempre, claro está, que se sienta totalmente respetado y respaldado. Ya no es la fiera del primer año donde en las conferencias de prensa le hubiera gustado no dejar vivo a periodista alguno, a veces con algo de razón. Moderación calculada sí, pero dejando claro que la figura en el foro es él y nadie más. En esas conferencias de prensa donde la estrategia de no aparecer de vez en cuando multiplica el morbo, y teniendo en cuenta su larga estancia en Inglaterra quizás le falten unas gotas del humor irónico que, en muchas ocasiones, destruye más que una respuesta malhumorada. Pero hay que entender que no es lo mismo nacer en el país donde nació Oscar Wilde que hacerlo en el país de los fados. En ese estado perfecto en el que hoy se encuentra dominando todos los cargos y resortes deportivos del club ejerce una función que probablemente le creará problemas innecesarios: la de general manager.