Duro amanecer en el aeropuerto rumano

El regreso de Bucarest fue extremadamente duro para los aficionados del Athletic. Los que tenían la intención de volar en el día vivieron una odisea en el aeropuerto de Bucarest, donde apenas hubo movimiento de aviones de aficionados del Athletic hasta cerca de las siete de la mañana. El caos del aeropuerto de la capital rumana, incapaz de absorber tanto traslado de aficionados, provocó retrasos de hasta cinco horas. La terminal quedó colapsada y muchos grupos de seguidores tuvieron que esperar metidos en los autocares que les habían llevado desde el estadio.

La flota de retorno de la hinchada rojiblanca estuvo compuesta por 32 aviones con destino a Loiu y 7 más a Foronda. El trastorno fue evidente porque miles de aficionados habían previsto un retorno rápido para incorporarse a sus obligaciones diarias. El club protestó formalmente.­