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La resaca del clásico | Los detalles tácticos del partido

Guardiola midió mal a Mou

Pep Guardiola se equivocó en casi todo. Planteó mal el juego exterior, arriesgó en defensa, no acertó con los hombres elegidos... y permitió que Mourinho desarrollara su plan sin mayores sobresaltos. El Madrid fue grande, disciplinado, acorde con el reto, trabajador y seguro en ataque. Victoria trabajada.

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Defensa de tres: Özil se hizo grande

El Madrid se apoyó en el gran desarrollo defensivo para construir la victoria. El Barça se enredó en sí mismo, lo que permitió a Özil apropiarse de muchos balones, llevarlos arriba, asistir a un Benzema muy trabajador y maltratar, en definitiva, a una defensa azulgrana frágil con tres jugadores. Guardiola no debió recordar quién es Cristiano con metros por delante. Así sucedió que Özil se arrancó y le metió un balón al crack portugués que venía ¡solo! entre Puyol y Mascherano vendidos. Un 1-2 merecido.

Un Barça con Messi, Xavi e Iniesta anulados. El Madrid: disciplina defensiva y ataque mortal

Guardiola midió mal. Le concedió a Mourinho muchas ventajas equivocándose con el once inicial: Alves, de extremo ahogado en una esquina; Tello, inmaduro para este nivel de juego, en la otra banda; Thiago, otro futbolista verde, en duelo con una medular madridista súper potente; una defensa de tres que era un regalo para Özil, Benzema y Cristiano... Mal planteamiento dejando a Cesc, Piqué y Pedro en el banquillo. Errores que dieron fuerza a un Madrid que plantó una zona defensiva central con una disciplina táctica imponente: Pepe, Ramos, Di María, Khedira y Xabi Alonso. Allí cayeron desarmados una y otra vez Iniesta, Xavi y Messi. Apenas consiguieron zafarse de tal tela de araña en un par de ocasiones. Pero al Barça le faltaba remate en el embudo del área madridista. Por allí no pisaba nadie. ¿Dónde estaba Cesc? ¿Y Alexis? Guardiola no supo verlo. Y cuando reaccionó, era muy tarde.El Madrid se sintió seguro y Özil se vino arriba. Cada balón lo convirtió en una acción de peligro, en sociedad perfecta con Benzema y Cristiano. Busquets se achicó. La zaga de tres, tembló en su fragilidad. Guardiola arriesgó y perdió. El Madrid de Mourinho ganó todos los duelos individuales, en especial aquellos que eran decisivos en la medular. Sin Iniesta y Xavi frescos, sin Messi llegando, sin juego exterior... La victoria blanca se fraguó en la pizarra.

Sin juego exterior: Tello y Alves, mal

El Barça destaca siempre por sus recursos ofensivos exteriores. En este Clásico, Guardiola se equivocó. Pensó que Alves podría romper a Coentrao y ocurrió que el brasileño se ahogó. Ni un centro al área, ni un desborde. El lateral es lateral y punto. Al otro lado, Tello mostró su inmadurez. Arbeloa se comió al chaval por fuerza y experiencia. El Barça no hizo daño por fuera y la mala noticia para Guardiola es que en el juego interior, Xavi, Iniesta y Messi estaban bloqueados. El Madrid controló la situación.