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Liga BBVA | Atlético - Real Madrid

Derbi clave para el título en el Vicente Calderón

Di María será titular y Diego es el único genio sano del Atlético.

Actualizado a
<b>DE SUPLENTE A TITULAR. </b>La comparecencia de Karanka fue la 43ª desde que llegó Mourinho.
dani sánchez

No existe un solo dato estadístico que defienda las opciones del Atlético en el partido de esta noche. De modo que no incidiremos. Baste decir que los rojiblancos nacidos en este siglo no saben lo que es ganar al Madrid; y los mayores cumplirán trece años. Desde esa contundente evidencia se construye el escepticismo de los atléticos y el optimismo de los madridistas. Ni Vicente Calderón, ni Diego (único genio sano), ni espíritu de la tribu comanche. No hay banderas que ondear, apenas argumentos para entablar debate. No se recuerda un entorno atlético tan desengañado en unas vísperas de derbi. Diría que sólo hay un aficionado que resiste, al estilo de los japoneses que seguían luchando en las islas del Pacífico años después de finalizada la Segunda Guerra Mundial: el kamikaze Manolete.

Si los antecedentes son malos, el presente no resulta mucho más alentador. El Atlético es machaconamente octavo y viene de perder en campo del Levante. Sus mejores partidos se alternan con otros irrelevantes y el cholismo es una religión con más fieles que puntos en la clasificación. La Europa League es la reserva espiritual de la esperanza.

Dudas. Y los problemas no cesan. Adrián y Falcao no se entrenaron ayer por una traicionera gripe primaveral. Según parece, la nueva cepa es marcadamente madridista y el colombiano recayó cuando ya parecía recuperado (jugó 25 minutos contra el Levante). Tanta es la necesidad que tiene el equipo del genio de uno y de los goles del otro, que Simeone los estará esperando hasta que den las diez. De su participación dependerá el once, condicionado de antemano por las bajas por sanción de Miranda, Mario Suárez y Salvio.

Bien, completado el escaparate de las desgracias, llega el momento de señalar que en la singular naturaleza del Atlético ("cuanto mejor, peor; cuando peor, mejor") encajaría perfectamente ganar o empatar el partido de esta noche. De confirmarse la sorpresa, el Atlético habría permanecido agazapado desde 1999 para estropear al Madrid la que podría resultar su Liga más dolorosa. Quien descarte esta rocambolesca posibilidad es que sabe poco de las contradicciones rojiblancas o no vivió por el barrio.

El Madrid, entretanto, no parece muy preocupado por el más allá (ni se concentra). La confianza del equipo es la de los aficionados: ganar es casi campeonar. Y por equipo me refiero exclusivamente a los futbolistas, ya que el cuerpo técnico sigue empeñado en simular un estado de tensión que no procede. Ayer Karanka volvió a hablar por Mourinho, como si existiera alguna ofensa pendiente a la que ya le hemos perdido la cuenta.

Con todos los efectivos a punto, el once más ofensivo incluirá a Di María, con Özil o Kaká en la mediapunta. En versiones más conservadoras no se descarta el trivote o la titularidad de Coentrao.

Así se presenta el derbi. Con mil caminos distintos entre los que sólo conduce al éxito: el de siempre o el otro.