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Real Madrid 0 - Valencia 0 | La contracrónica

Homenaje al fútbol

Ni el nadador espontáneo de la regata Oxford-Cambridge hubiera podido frenar la locura de un partido para el recuerdo. Madrid y Valencia firmaron un espectáculo grandioso, que no empañó la ausencia de goles. Guaita e Iker tuvieron la culpa...

Actualizado a
Homenaje al fútbol

Sabio Bernabéu. No existe un estadio más justo y más entendido en la materia futbolística que el Bernabéu. Pese a la frustración por esos dos puntos que volaron dejando la ventaja en sólo cuatro, la afición se puso en pie para aplaudir a esos 22 héroes que dibujaron un partido para la Wii. Fue un homenaje a este bendito deporte, un canto a la estética en torno a ese esférico que se negó a besar la red durante 95 minutos de vértigo, idas y vueltas frenéticas, contras diabólicas, regates en carrera inverosímiles, postes que hicieron temblar el mundo y paradas felinas para la hemeroteca de dos halcones con guantes que dignificaron el oficio de portero hasta darle el rango de leyenda. Fue un festival de emociones, arreones multidireccionales y cargas a lo Séptimo de Caballería. Me recordó a la final de Copa de 1975. Madrid y Atleti, que se verán las caras el miércoles, empataron 0-0, prórroga incluida. Pese a la falta de goles, se recuerda como una de la mejores finales de la historia. La ganó el Madrid por penaltis...

Guaita & Iker. Cuando el nº 13 del Valencia, ¡heroico Guaita!, sacó una mano cambiada imposible para rebañar un remate picassiano de Di María, supe que estábamos abocados al empate. Cuando un portero tiene los guantes calientes y los postes se convierten en escuderos, al delantero se le hace de noche. Le ocurrió a Cristiano, a Benzema, a Di María... Pero Iker tampoco se quedó manco. El mejor portero del mundo amargó la noche a Jordi Alba y a Piatti con dos acciones milagrosas. Paradas que le permiten a Casillas, a punto de cumplir 31 años, ser todavía el guardián perfecto para el equipo que seguirá luchando, con toda dignidad, por ese doblete que se decidirá en los próximos 40 días. Aquí nadie se rinde...

Mal Pepe. Como periodista y como madridista tengo que tirarle de las orejas seriamente a Pepe. Su actitud es impropia de un jugador del Madrid. Aquí está prohibido fingir una agresión y menos darle una patada a un compañero, creyendo que era un rival. Arbeloa, enhorabuena, quiso llamarle al orden para que dejase de hacer el ridículo. Que Pepe aprenda de Raúl, que se fue de su casa en 2010 sin decir ni pío y ayer fue despedido en pie por la afición del Schalke tras su enésima exhibición. Raúl jamás hizo esas cosas...

Clos y futuro. El árbitro fue sibilino y supo cómo hacer daño al Madrid (expulsión a Víctor Ruiz perdonada, penaltis a Benzema y Cristiano en el olvido, etcétera). Pero me niego a agarrarme a ese factor ya habitual (¿qué pasó en la víspera entre Turienzo y el Barça?). Da igual. Jugando así, el Madrid debe ganar el derbi este miércoles, al Sporting el sábado y al Barça en el Camp Nou el día 21. La afición está orgullosa del líder. Así se puede empatar. Así se defiende una candidatura al título. Nada que reprochar...