El Valencia, penúltima curva peligrosa

Si atendemos a la distancia en la clasificación (primero contra tercero) el partido se presenta apasionante. Si lo medimos por la ventaja del líder (treinta puntos), el encuentro rebaja su graduación alcohólica hasta equipararse a un shandy. Si pensamos en la feroz rivalidad reciente, recuperamos el ánimo y la embriaguez: Madrid y Valencia (tanto monta) aseguran emoción y polémica. No existe un partido aséptico entre ellos.

Así que no haría falta nada en juego. Pero lo hay. Para el líder se trata de la penúltima curva peligrosa, enlazada dentro de tres días con la visita al Calderón. Para el visitante es el momento de asegurar la tercera plaza y ahuyentar fantasmas tras los últimos resultados en Liga: sólo un punto en tres partidos. El Barça aprieta, Messi también (su doblete le deja con 38 goles, uno más que Cristiano) y el Málaga no se quedará atrás.

Superado el último escollo europeo, y en semifinales de Champions y Europa League, Madrid y Valencia corren el mismo riesgo: mirar en exceso el horizonte. Evitar distracciones será, pues, el primer objetivo de ambos. A partir de ahí, los valencianistas tienen más deberes pendientes. A saber: contener la ofensiva local, maniatar a Cristiano (una ofensiva en sí mismo), abstraerse del rugido del Bernabéu y alcanzar el área contraria. Cuatro hazañas en una.

Cracks. Para tal desafío, Emery descarta a Albelda y cuenta con Jordi Alba y Soldado, ausentes en el empate ante el Levante. Guaita será fijo en la portería y en el pivote podrían formar Topal y Tino Costa, con Jonas de mediapunta y Feghouli y Alba en las bandas. Una alineación tan ofensiva que da vértigo.

Por su parte, Mourinho recupera hoy a los que descansaron contra el APOEL (Arbeloa, Xabi, Özil, Benzema), además de apostar de inicio por Di María. Khedira y Albiol regresan a la lista y no se les descarta entre los titulares.

Once de los quince equipos que han visitado Chamartín se han llevado cuatro o más goles, a pesar de nuestras encendidas advertencias al Madrid en las previas. A esta hora nada es distinto. Ni los avisos ni la fortaleza del líder. Veremos a medianoche.