Distinto objetivo, mismo discurso: prohibido fallar

Considerar al Villarreal como un equipo amenazado por el descenso sería simplificar peligrosamente el análisis. El Villarreal no tiene las carencias técnicas de sus vecinos de agonía. Su plantilla no es corta, ni su organización caótica. Más bien todo lo contrario. Si se me permite la humorada: el Villarreal no tiene a Maradona, pero tiene a Mercadona (valor más sólido y nutritivo). Su enfermedad, por tanto, es psicológica, una pérdida de confianza que se ha traducido en un contundente derrumbe en la clasificación.

El Madrid debería tenerlo en cuenta. Su rival no está pendiente de un milagro, sino de un clic. Bastará eso para que desaparezca la amnesia y para que su juego esté en consonancia con el del cuarto clasificado de la pasada Liga (no ha bajado del séptimo puesto en las últimas siete temporadas).

En tales condiciones, el comienzo del choque se presenta decisivo, especialmente para la moral del anfitrión. Cada vez que un equipo estrena entrenador (el Villarreal lleva tres) imagina una nueva vida que debe confirmarse en los primeros minutos. De eso depende el efecto Lotina, a cargo del Villarreal desde el lunes.

Es evidente que para el líder el partido encierra más dificultades que las teóricas. Hoy sabremos si el empate contra el Málaga fue una anécdota o un síntoma. La Liga le depara al Madrid salidas más complicadas (San Mamés, Calderón...), pero para entonces el Barcelona habrá gastado muchas energías en la Champions. En caso de ganar, el Madrid sumará once triunfos seguidos a domicilio y batirá el récord histórico.

En los onces habrá ajustes. En el Villarreal, Cani mejora y Borja Valero lo tiene más complicado, ambos pendientes de los isquiotibiales. Los argentinos Martinuccio y Castellani serían sus sustitutos.

Morbo.

En el Madrid los cambios serán voluntad del entrenador. Lass podría dar descanso a Khedira e Higuaín reemplazar a Özil. Como suele ocurrir, entre los descartes reside el morbo: Albiol, Coentrao y Carvalho se quedaron fuera de la lista por diferentes razones que se resumen en tres: que si esto, que si aquello y que si la abuela fuma.