"Nuestra verdadera batalla empieza ahora"

Después de un partido tan duro y con un final tan bonito como el del Bernabéu, ¿cómo se vuelve a la tierra?

En la tierra estamos todos. Fue importante conseguir algo positivo allí, aparte de la forma en la que lo hicimos. Nuestra verdadera batalla viene ahora. Tenemos un bloque de cuatro partidos muy importante. Sobre todo, hay que amarrar los de casa.

¿Ha hecho cuentas el vestuario para estos partidos?

No, simplemente tenemos tres partidos con rivales que también están ahí... igual no tienen tanto nombre pero en la clasificación están a cuatro o cinco puntos como mucho.

Volviendo al partido del Madrid, ¿cómo ha sido enfrentarse a esos miuras?

Todo el mundo sabe la capacidad que tienen, la pegada, el contragolpe... son jugadores de primer nivel y también es bonito enfrentarse a futbolistas de esa talla.

¿Le hacen sufrir a uno?

Te exigen. Sufrir no, porque jugar al fútbol no es ningún sufrimiento. Pero sí te hacen exigirte el máximo. Esto te ayuda a ver en qué nivel estás. Ha sido bonito poder jugar en el Bernabéu, sobre todo hacer esa primera parte. Nos sentimos muy a gusto, con mucha personalidad, prácticamente le robamos la pelota al Madrid en su campo. Sirvió para demostrar que el equipo está hecho para hacer algo importante. Es uno de los muchos pasos que el Málaga quiere dar a lo largo de este proyecto.

Además de por el punto en sí, ¿para qué vale un partido de este tipo?

Moralmente. Y para que la afición tenga ese premio, para que el equipo se autoconvenza del todo de que estamos empezando a hacer algo importante en este proyecto. Sirve para reforzar sobre todo.

Ahora viene el Rayo, con la afición llenando el estadio...

Esperamos que la gente siga estando como hasta ahora, con La Rosaleda llena. Y seguir dando la imagen que venimos casi todo el año ofreciendo en casa. Que la gente se vaya contenta y, lo más importante, llevarnos los tres puntos.

¿Usted se ve en el once otra vez?

El futbolista que no se vea jugando, peca de no tener ambición. Otra cosa es que luego juegue. Pero yo trabajo para eso día a día.

¿Y su competencia con Jesús Gámez?

Muy buena, como la tenemos todos. Como Ruud con Rondón o Seba... Es un equipo hecho para eso. Es bueno que exista esa competencia, pero ante todo, compañeros.

¿Cuando se compite por un puesto es fácil mantener la amistad o puede pesar?

Para nada. Tú no compites con él, tú compites contigo mismo. Yo busco mejorar yo, no intentar quitar el puesto a otro. Además, al final no depende de ti, sino del míster. Uno tiene que preocuparse de lo que está en su mano.

Si esta semana hay rotaciones, ¿se quedaría con jugar contra el Rayo o en Cornellá?

A ver, el de Cornellá es muy bonito para mí. Es mi casa, en la que he estado 13 años. El Espanyol siempre ha ido conmigo y es muy bonito para mí. Pero yo soy un profesional y jugaré donde me digan.

¿Emocionalmente qué significa para usted jugar en Barcelona ante el Espanyol?

Pues mucho. Me han visto crecer en lo personal, en lo profesional... tengo muchísimos amigos, muchos recuerdos. Es una afición que me ha querido desde que entré con 10 añitos hasta que salí.

Allí le quedan muchos amigos y buenos...

Sí, me quedan muchos. Hablo durante todas las semanas con ellos, no sólo ahora. Son 13 años. Nos han unido muchas batallas y muchas emociones que no se olvidan. Eso es lo bonito del fútbol. Aparte de lo que se ve en la televisión, se crea un vínculo con muchas personas. Al fin y al cabo eso es lo que importa, porque el fútbol a los 35 años termina.

¿Alguna apuesta con ellos?

Todavía no, pero seguro que alguno me picará. ¿Quién? Javi Márquez, que lo conozco desde que entramos con 10, 11 añitos. También Raúl Baena, Javi López, Cristian Álvarez, Casilla... Va a ser un partido muy emotivo juegue o no.

¿Se traería a Javi Márquez al Málaga?

Por una parte sí. Es un pedazo de jugador y un genio como persona. Es un futbolista que va a dar mucho de qué hablar. Por otra parte, lo que tenemos aquí... es difícil que venga algo de fuera que suba el nivel.

¿Fue clave para ustedes Manel Casanova?

Me fichó Óscar Perarnau, que trabajaba en el fútbol base. Con 11 años iba a haber descartes y uno era yo. Manel Casanova fue el que dijo que no, que seguía. Desde ahí, he pasado por todas las categorías, también de la selección española. Manel apostó por mí con sólo 11 añitos y acertó, porque ahora estoy aquí. Y disfrutando mucho del fútbol.

Momentazo cuando se encontraron en La Rosaleda...

Sí. Fue una sensación muy rara, porque él llevaba 25 años en el Espanyol y verlo en otro club se me hizo raro. Pero de él, a cualquiera que le pregunte, sólo encontrará palabras buenas. Es una persona muy llana, que ha jugado muchos años al máximo nivel, que después ha trabajado mucho. Tiene su peso.

Usted se pone serio en las entrevistas, pero tiene un lado muy canalla...

Pero me lo intentan cortar porque siempre estoy de guasa y no puede ser. Tengo que dar una imagen más seria.

¿Y eso por qué?

Porque hay momentos para todo. Pero la alegría viene siempre conmigo. Soy una persona muy alegre y extrovertida. Eso, a veces, te juega malas pasadas.

¿Malas pasadas?

Sí, porque en momentos en los que hay que dar esa imagen de seriedad, a mí me cuesta mucho. Yo creo que no tiene nada que ver la concentración con la seriedad.

¿Y qué puede decir de su faceta como 'tuitero'?

(Sergio Sánchez se prodiga mucho en la red social Twitter) Es una faceta en la que también me maneja mucho mi mujer, me domina. Si no, yo pondría barbaridades en muchos momentos. Soy una persona que me muevo mucho por impulsos y hay veces que cojo el móvil y se me va la mano a la hora de escribir. Creo que es importante que el jugador haga ver a la afición que eres una persona llana y normal que se dedica a un trabajo que se llama fútbol. Es bonito que haya esa comunión entre jugador y afición.

Y cuando no hay fútbol, ¿en qué emplea su tiempo?

Me gusta mucho el tema del flamenco. Tengo un proyecto con Manu, excomponente del grupo Sinlache, y saldrá pronto su disco. Confiamos mucho en él los que estamos llevando su proyecto. El tiempo libre lo dedico bastante a esto. Y luego, con mi mujer. En Málaga no te puedes aburrir con todo lo que tiene.

Dicen que usted también le pega al flamenco.

Bueno, pegarle... dicen que me defiendo. Al cantecito, más bien. Con la guitarra no porque no sé, se me meten los dedos entre las cuerdas y me pierdo. Más de una vez partiría una guitarra.

¿Quién es para usted el más grande del flamenco?

Ahora mismo hay un artista que va a marcar época como es Miguel Póveda. Y además tengo el placer de conocerlo. El domingo canta aquí en Málaga. Jugamos en Cornellá a las 16:00 horas y él empieza a las 22:00 creo. Espero llegar a tiempo porque es un espectáculo verlo.