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Liga BBVA | Barcelona 3 - Sporting 1

Iniesta y Keita no capitulan

El Barça levanta en inferioridad el cerrojazo de Clemente. El árbitro se tragó tres penaltis al Barça y expulsó muy rigurosamente a Gerard Piqué.

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<b>PROTAGONISTA. </b>Keita cuajó un partidazo tanto en ataque como en defensa y en todos los sectores. Suyo fue el gol que tranquilizó a la grada del Camp Nou.
PROTAGONISTA. Keita cuajó un partidazo tanto en ataque como en defensa y en todos los sectores. Suyo fue el gol que tranquilizó a la grada del Camp Nou.

En el vestuario del Camp Nou se han empeñado en quitarle la razón a Guardiola. En la caseta nadie capitula y la Liga se luchará hasta el último resuello. En un partido en el que se amontonaron las adversidades -expulsión de Piqué en el 47'; tres penaltis pasados por alto; lesión de Alexis; Messi y Busquets sancionados y un autobús por rival- el Barça sacó adelante un encuentro muy complicado. Claro que si tiran del carro jugadores con la casta de Keita y el inmenso talento de Andrés Iniesta, toda empresa parece posible.

Fue un duelo de estilos con dos equipos que plantearon el partido más allá de los condicionantes numéricos. El Barça jugó igual con once, que con diez (tras la expulsión de Piqué) que con nueve, cuando se lesionó Alexis. Lo mismo hizo el Sporting. A Clemente le da igual jugar siendo los mismos, tener uno más o tener dos futbolistas más que el rival sobre el campo. Su plan era cerrar líneas y hacer que el Barça jugara mal, incómodo y sacar algo positivo más allá de tener superioridad numérica. Casi lo logra.

Especialmente en la primera parte, el Sporting estuvo muy cerca de hacer lo que en muchas ocasiones su técnico ha definido como el partido perfecto, que no es otra cosa que un empate a cero. El Sporting cedió la pelota al Barça, que tuvo un 80 por ciento de posesión, pero que apenas creó ocasiones. Bien puesto atrás, sacrificados los jugadores y muy atentos a las ayudas, los sportinguistas desesperaban a un Barcelona que poco a poco se contagiaba del peñazo de partido que había propuesto el técnico vasco. Desde su óptica, la cosa prometía.

Guardiola. Pero cuando entre bostezos se llegaba al descanso, el Barça se desperezó gracias a que Guardiola hizo sonar el despertador. Retiró el técnico a Keita del pivote defensivo, colocó en su puesto a Xavi, que volvía a ser el '4' del Barça muchos años después y el malí se situó como interior. Un minuto tardó la variación en dar su fruto y una pared entre Keita y Adriano superó la tupida defensa asturiana para que Iniesta, llegando desde atrás, pusiera en ventaja al Barça.

Con el 1-0 en el marcador, todo apuntaba a que el segundo tiempo iba a deparar más de lo mismo, pero Velasco Carballo animó el cotarro nada más reanudarse el encuentro. Expulsó a Piqué por considerar que era el último defensa en una jugada manifiesta de gol, decisión que incendió el Camp Nou, que había protestado en la primera parte dos penaltis en área rival. Uno por derribo a Alves y otro por escandaloso empujón de Botía a Keita. Que a la jugada siguiente a la roja, Barral marcara el empate no ayudó a tranquilizar los ánimos, que aún se caldearon más cuando un defensa del Sporting rebañó con la mano un balón desde el suelo sin que el árbitro viera nada.

Con el ambiente a punto de ebullición, el Barça se vio en muchos problemas. Pero entonces apareció imperial la figura de Iniesta, que tomó el mando de las operaciones. Keita marcó un golazo catártico y Xavi, tras pase de Andrés acabó con las ansias y entre todos certificaron que, por muchas dificultades que haya, en el Camp Nou, nadie da la Liga por perdida.