Diario As | A la última
Plaza Mayor
Cine y fútbol
Anoche se entregaron los Oscar y las analogías futboleras se nos hicieron inevitables. The Artist, la historia de una estrella del cine mudo que sufre el trauma del sonoro recuerda poderosamente a Villar. War Horse (Khedira), Moneyball (Mendes), Mi semana con Marilyn (Piqué) y Kung Fu Panda 2 (Pepe) ofrecen conexiones tan evidentes que se confirma que necesitamos vacaciones. Pronto.
Rui Faría, inocente
Rui Faría, el más tranquilo de los ayudantes de Mou, ya suma tres expulsiones. Todas injustas. La cosa funciona así: Rui Faría reclama al cuarto árbitro lo que no se atreve a reclamar al primero y el primero le expulsa porque no se atreve a echar a Mourinho. El segundo drama de Faría es el chándal, cruelmente parecido a un skijama. Ayer desfiló de esa guisa frente a los Bukaneros, camino de vestuarios, y se nos rompió el alma.
Amigos sin más
Rosell y Villar se encontraron la pasada semana en un hotel de Madrid y la cita discurrió en la más absoluta normalidad. Olviden el morbo. Los asuntos que trataron no han trascendido, pero todo indica que hablaron de la capa de ozono, del dictador coreano, de los neutrinos y de la receta de la gallina en pepitoria. Terminado tan distendido encuentro, se intercambiaron las camisetas.
Se lleva el rojo
En el vestir, se entiende (en lo demás, disimulen). En la pasada jornada ganaron Sevilla, Madrid, Bayern y Liverpool. Entre otros ejércitos colorados de fama mundial. Todos ellos son rojos vocacionales a excepción del Real Madrid, que se viste así para despistar al Villarato. Y surte efecto, por lo que se vio en Vallecas.
Banega forever
Los futbolistas del Valencia tuvieron ayer el buen gesto de recordar a su compañero lesionado. Lo más cuestionable fue el mensaje de sus camisetas: "Fuerza Banega". Muchos piensan que "Freno de mano, Ever", hubiera resultado más apropiado. Incluso "Punto muerto, amigo" o "Cómprate un Smart". Cumplido el recuerdo al jugador herido, el Valencia se pasó el partido echándole de menos.
El bucle de la final
Athletic y Barça insisten en jugar la final en Madrid. Su última propuesta es desesperada: jugar en el Bernabéu trayendo las sillas de casa o hacerlo en el Calderón durante el concierto de Coldplay, entre canción y canción. El caso es que Florentino se está empezando a ablandar y Chris Martin también. El fair-play (y el interés por Javi Martínez) podría obrar el milagro.
Sigue la duda
El guardiolismo nostálgico venció al cholismo garrapata (por los pelos). A pesar de la victoria, Pep sigue sin revelar si el año próximo entrenará al Barça o cultivará nardos en Nepal. En la historia de los asedios galantes, no se recuerda una novia más estrecha. El siguiente intento se hará con diamantes, rosas rojas y cloroformo servido muy frío.
All Star fame
El All Star NBA es un espectáculo limítrofe entre el basket y el pressing catch. Una mitad es verdad y la otra no tanto. Exactamente lo que gusta al público USA, tan dado a celebrar los aniversarios de Mickey Mouse. Trasladado al fútbol sería como reunir a los chupones de la Liga y soltarles las riendas. Concurso de rabonas y el himno cantado por Bustamante. Todos hermanados en un festivo fin de semana. ¿Lo imaginan? Yo no.
La frase
Del Bosque: "No entiendo a los técnicos malhumorados"
Ya está provocando el Marqués de Sade