Jiménez se siente solo, pero no va a dimitir

En un Zaragoza reducido a cenizas, con un presidente que no acude desde hace dos meses y medio al palco de La Romareda, pero que sí viaja por libre fuera de casa, y donde los escasos principales se refugian permanentemente en el silencio, el desahogo de Manolo Jiménez en La Rosaleda -"No pongo más paños calientes, siento vergüenza"- pudo sonar a un anticipo de dimisión o a un intento por forzar al límite la situación. Pero lo cierto es que el entrenador sevillano no tiene, por el momento, ninguna intención de marcharse antes del final de la temporada. Cada semana se ve a un Manolo Jiménez más apagado, pero la renuncia no entra ahora mismo en sus planes.

Las duras palabras del técnico del sábado por la noche apuntaban a sus jugadores, por aquello de que son incapaces de mantenerse en los partidos hasta el final, pero también a una situación general de descomposición y sin remedio, que provoca reacciones extremas ante una sucesión durísima de derrotas. Jiménez se siente solo. Y en gran medida engañado.

Sin diálogo.

En los próximas días tendremos comprobación de cómo le han sentado esas palabras de denuncia de Manolo Jiménez al vestuario y si se abre o no una fractura que obliga al entrenador a reconsiderar su postura de quedarse hasta el final. Pero tampoco están estos jugadores en disposición de iniciar ninguna guerra civil. Tampoco Agapito, que apenas ha mantenido un diálogo serio con Manolo Jiménez desde su llegada, más allá de desearle suerte en un par de partidos. Ni hablaron el sábado por la noche en Málaga ni en la jornada de ayer.

Y todo porque Manolo Jiménez no es Javier Aguirre y viene hablando alto y claro de un derrumbe que se inició hace cinco años y que no parece tener fin. Y eso Agapito nunca lo perdona.

El técnico ofrecerá mañana una rueda de prensa

Después de su explosión a la conclusión del partido de La Rosaleda, donde no admitió preguntas y articuló un agrio mensaje contra la deserción de su equipo en el tramo final del partido, Manolo Jiménez ofrecerá mañana, a la conclusión del entrenamiento en la Ciudad Deportiva, una conferencia especial de prensa, en la que responderá a todas las preguntas y dará todo tipo de explicaciones. La decisión ha partido del propio entrenador ante la solicitud ayer de numerosas entrevistas individuales por parte de los medios de comunicación deportivos aragoneses. Jiménez concedió tras el partido dos días de descanso a su plantilla y el equipo comenzará a preparar mañana por la mañana el partido matinal del domingo frente al Villarreal en La Romareda. Pero lo importante serán una vez más sus palabras.