Villar declaró por fraude electoral como imputado

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Angel María Villar, y la exDirectora General de Deportes del Consejo Superior de Deportes (CSD) Matilde García Duarte declararon este viernes en relación a la querella presentada por el sindicato Manos Limpias por el adelanto de las elecciones de la RFEF.

Ambos comparecieron ante el titular del Juzgado de Instrucción número 36 de Plaza de Castilla de Madrid, cada uno por espacio de aproximadamente media hora, como imputados por un "presunto delito continuado de prevaricación" en la convocatoria de las elecciones a la presidencia de la RFEF, celebradas el pasado jueves 16 de febrero, en la que Villar fue reelegido presidente.

El sindicato acusa a Villar y Matilde García de haber incurrido en dicho delito "al adoptar acuerdos patentemente ilegales en la preparación y convocatoria", vulnerando la Orden Ministerial de 2007, ya que debían haber iniciado su proceso electoral dos meses después de los Juegos Olímpicos de Londres, al haber logrado la clasificación olímpica.

La entonces directora general de Deportes del CSD autorizó la celebración de las elecciones, aunque, según declaró este viernes ante el juez, desconocía que su autorización significaba que las elecciones se iban a celebrar de forma inminente. Así, aunque conocía la Orden Ministerial, reconoció que desconocía el reglamento electoral y las fechas de la convocatoria y que simplemente se limitó a dar el visto bueno al informe de la Junta de Garantías Electorales para el adelanto de los comicios.

Además, durante su declaración explicó que entre sus competencias no estaba la de vigilar ni tutelar la convocatoria de las propias elecciones, ni la publicidad y difusión que de ellas se daba, y que, además, cuando el 2 de enero se anunció la convocatoria ya había cesado en su cargo.

Tras la declaración de Matilde García, le tocó el turno a Angel María Villar, que estuvo 35 minutos en la sala, donde se negó a responder a las preguntas de la acusación y recalcó que había recibido el visto bueno para la celebración de los comicios, recordando que otras Federaciones, como la de Baloncesto o Natación, también han sido autorizadas para el adelanto pese a estar clasificadas para los Juegos.

Además, sobre la acusación de que realizando la convocatoria electoral el 2 de enero el objetivo era que pasara lo más desapercibida posible y sin transparencia, Villar se defendió, recordando que las plazas de 179 miembros de la Asamblea se cubrieron sin problema, por lo que considera que sí hubo publicidad suficiente.

A su salida, tanto Matilde García como Villar y sus respectivos abogados eludieron realizar declaraciones, mientras que desde Manos Limpias desvelaron los términos de la declaración, en la que la ya exdirectora general de Deportes había dejado patente su desconocimiento de lo sucedido, mientras que Villar se habría aprovechado del ''vacío de poder'' por la celebración de las elecciones generales para poder asegurarse no tener rival en las urnas.

Además, recalcaron que en absoluto existía la "imposibilidad excepcional o grave dificultad" para que el proceso electoral de la RFEF se hubiese iniciado durante los meses de septiembre y octubre, actuando así, conforme dispone la Orden.

"Naturalmente, mediante esta irregular manera de proceder, manifiestamente clandestina, ha tratado de impedir un verdadero y democrático proceso electoral, con la debida participación y concurrencia de candidatos en pie de igualdad, así como evitar reclamaciones e impugnaciones por parte de los estamentos de la Federación", indicaban en su demanda Manos Limpias, y han reiterado este viernes ante los medios.