NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

ATLÉTICO 1 - LAZIO 0

Godín hace de Falcao

El Atlético doblega de nuevo a un Lazio decepcionante con un tanto de cabeza del central uruguayo. Simeone rotó y dio descanso a Filipe, Arda, Tiago y Falcao con vistas al Barça. Adrián volvió a dar motivos a Del Bosque para ir a la 'Roja'.

Actualizado a
Godín hace de Falcao

El Atlético avanza en la Europa Liga como jamás imaginó. Con rotaciones, perdonando goleadas, sin acordarse de los penaltis no pitados y sin sufrir ningún susto. Es lo que tiene haber salido bendecido de Roma y encontrarse en pleno 'Cholismo Ilustrado'. Todo lo que propone le sale. No es casualidad que afronte una eliminatoria peligrosa pensando en el Barça, con Filipe, Arda, Tiago y Falcao en el banquillo. Cuesta abajo y contra un rival repleto de complejos pudo permitírselo. El Atlético está tan convencido de su nueva fe que la confianza le dio hasta para otorgar a Assunçao la posibilidad de recordar, sin éxito, tiempos mejores y de darse, además, el lujo de modificar sus laterales 'brasileños' por centrales al galope.

El Atlético es justo vencedor de esta eliminatoria porque es el único que ha hecho méritos por ganarla. Este emparejamiento pudo acabar con una diferencia escandalosa. Ahora se entiende el amago de dimisión del entrenador lazial. No es para menos. La culpa de tal desequilibrio habría que repartirla. Falcao hizo más méritos que nadie en la ida, Salvio en la vuelta y el Lazio siempre. El equipo italiano tiene más cartel que mimbres. Cualquier tiempo pasado fue mejor. Pero por encima de todo y de todos resalta la figura de Adrián, un delantero que habla poco y que juega mucho. Lástima que con un asesor de imagen, los pelos de punta o teñidos y un nombre acabado en 'dinho' le iría mejor. Cosas de modas. El asturiano lleva un 2012 mágico. Se emplea como si fuera el último en el que podrá demostrar su valía. Como si hubiera creído la teoría de los mayas. Gana todas las carreras, regala controles y regates sin esfuerzo y encara la portería rival flotando. Es un generador de fútbol que contagia al resto. Del Bosque debería tenerlo en algo más que en sus oraciones. En sus listas.

Entre ocasiones y penaltis

Fue precisamente Adrián el que más se empeñó en dar algo a cambio al Calderón a pesar de la escasa emoción. Lleva razón Filipe, lo mejor es que es una gran persona. Su sociedad con Salvio fue lo más destacado de la noche. Entre ellos fabricaron un balón a la madera y otro par de aproximaciones repletas de veneno. Sin un 'nueve' fijo como Falcao, la opción de varios mediapuntas es una alternativa caída del cielo merecedora de más ratos. A ellos se unió Juanfran en su regreso al extremo. El antiguo y futuro lateral se extramotivó para demostrar que tras el master avanzado de cómo defender, no se le ha olvidado desbordar. Él fue objeto de un penalti clamoroso de Días que aún a estas horas no se sabe por qué no se señaló. Quizás por mantener cierto interés por el partido o, casi seguro, por la falta de unanimidad entre el exceso de colegiados que pululan por la Europa Liga.

El primer tiempo pudo tener un resultado bien distinto al cosechado, pero los sobresaltos se reservaron al segundo. Godín fue el encargado de sentenciar, si no lo estaba ya, el pase a octavos con un cabezazo de libro tras un córner de Gabi. Después pudo llover algún tanto más. Entre otras cosas porque Koke se ha empeñado en no bajarse de la nube y porque la presión que ejerce el nuevo Atlético cuando pierde el balón es conmovedora. Ahora el equipo corre más y, sobre todo, mejor. Y de forma constante. Por eso, a pesar del resultado, Simeone metió a Arda y Falcao para que se tonificaran de cara a la Liga y ya de paso para desaconsejar al Lazio cualquier intento de sublevación a base de carambolas.

Ver para creer

Así, con media hora de pachanga por delante, cualquier atlético con el espíritu renovado trató de ensoñar el próximo once que rete al Barça el domingo. Y la mayoría, intuyo, coincidió en el análisis por encima de cada elección. Si Manzano tenía el serio problema partido tras partido de 'a quién pongo', el de Simeone ahora no es menor: 'a quién quito'. Pocas veces se afrontó un duelo de tal calado con la convicción de que ya no sólo habrá que apelar a la casta y a una mala racha rival para tener opciones de triunfo. El talento actual da para que el Atlético mire a los ojos a cualquier contrincante. Los fichajes en ataque y el revulsivo en la dirección dan para pensar que la de esta noche no será la última alegría de la que pavonearse por Europa.