Sentenciar o sobrevivir

Escribió Cesc Fàbregas hace un par de días en una cuenta personal de las redes sociales: "Sesión finalizada. Qué ganas tenemos de volver a competir". Fue un mensaje escueto pero directo. Imposible decir más cosas en tan pocas palabras. El Barça está hambriento, sigue con el apetito de éxito intacto y esa, claro, debe ser una nefasta noticia para el resto de rivales. Con la impresión de que la Copa se ha convertido en un objetivo prioritario para Guardiola tras el triste desenlace de la última edición ante el Madrid en Valencia (1-0), muchos culés consideran que hoy será coser y cantar ante un rival, Osasuna, que se llevó la mayor goleada de la temporada en el Camp Nou (8-0) en un partido de Liga (a L'Hospi le cayeron nueve).

Mendilibar conoce al dedillo a los azulgrana. Es un técnico estudioso, muy riguroso consigo mismo y que se retuerce de rabia cuando las cosas no salen como se prepararon. No rompe el molde cuando le otorga todo el favoritismo al Barça a la espera de encontrar una grieta a la contra que le permita llegar al choque de la semana próxima en Pamplona con esperanza de vida. Si en Liga Nino fue la referencia navarra, el punta deberá conectar el televisor para seguir el choque: se quedó en casa.

Poco gol. El cuarteto de atacantes que presentará Osasuna apenas pudo mostrar su eficiencia de definición en lo que va de temporada. Entre Lekic, Lamah (1), Timor y Cejudo (2) hicieron tres goles en las diversas oportunidades que tuvieron en la temporada. Ese dato choca frontalmente con los registros conseguidos por los culés en el Camp Nou: 48 tantos a favor y ninguno encajado, cosa que hace que los récords de Guardiola sigan sumando y sumando sin cesar.

Si el cuadro para llegar a la final es complicado para el Barça, a Osasuna mejor ni preguntarle. Sueñan con que el Barça no sentencie los octavos para sobrevivir y rezar.

Vilanova volverá al banquillo 43 días después

Tito Vilanova vuelve 43 días después de ser operado de urgencia el pasado día 22 de noviembre de un tumor en la glándula parótida. Cierto es que reapareció el 10 de diciembre en el Bernabéu, la noche que el equipo de Guardiola se impuso con claridad al Madrid (1-3). "La importancia de su presencia para el equipo es mucha. Sin él vamos más cojos", aseguró ayer Guardiola, que, todo sea dicho, aprovechó para anunciar que sus apariciones por el banquillo serán esporádicas: "En principio estará, pero para el futuro dependerá de su estado. Le acaban de operar. En función de cómo se vaya encontrando vendrá. Lo más importante es que cada vez se encuentra mejor", finalizó Pep, el primero que echa de menos a su amigo.