NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Liga BBVA | Sevilla - Real Madrid

Del Nido agita a su tropa: "Dad el nivel"

Activa una atmósfera pesimista por el último 2-6

Actualizado a
<b>UNIÓN. </b>La plantilla del Sevilla acudió anoche a la presentación del libro de Kanouté.
morenatti

Fue en Robles Aljarafe, santuario elegido por el sevillismo para sus cenas de gala. Del Nido, reunido con su plantilla para felicitarle la Navidad, palpa cierta quietud en el ambiente. Aceptación de la derrota en el entorno. Se ha hecho tan gigante la diferencia entre los dos grandes y el resto, ha sido incluso tan publicitada esa brecha en el mundo del fútbol (con el presidente del Sevilla casi como bandera), que muchos empiezan a dar por supuestos resultados negativos ante Real y Barça.

Así que Del Nido decidió agitar un poco el gallinero. "Dad el nivel", les pidió a sus jugadores como colofón a un discurso en el que les exigió que alcanzasen la zona Champions esta temporada para que el club pueda mantener su carrera, deportiva y económica, con los mejores. Se trata ahora de saber qué impacto van a tener esas palabras de Del Nido en su tropa y en la masa social. Marcelino también ha intentado transmitir convicción durante la semana, pero el 2-6 de la temporada pasada dejó huella en el Sánchez Pizjuán, que asistió a una exhibición de Cristiano y del Madrid y al derrumbe de un equipo pusilánime y moribundo que pedía a gritos un cambio radical.

Aquella tarde dejó poso, la sensación definitiva de que el Sevilla se ha alejado para siempre de un Madrid del que estuvo muy cerca no hace mucho. Le compitió una Liga hasta la última jornada (2006-07), le ganó la Supercopa haciéndole una manita en el Bernabéu, ganó dos veces más en Chamartín (0-1 precipitando la destitución de García Remón y 3-4 con Manolo Jiménez en el banquillo). Y, ya en Nervión, le goleó (4-1 y 4-2) dos veces más. Pero ni aquel Sevilla es este, ni este Madrid es aquel. Y pesa mucho.

Al Sevilla ni siquiera le ha bastado utilizar el marketing y la propaganda para lograr un mínimo equilibrio. De hecho, hay quien piensa que se le ha vuelto en contra porque ha generado una motivación nociva en los jugadores y positiva en el rival. Esta semana ha optado por la normalidad hasta que ha percibido una pasividad excesiva. Por eso apareció Del Nido el miércoles y por eso desde hoy, en la Sevilla blanquirroja, van a empezar a sonar tambores de guerra. Deportiva, claro.