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Fútbol | En aras a la igualdad en la dirección de clubes

Presidentas: el instinto femenino del fútbol

Ocho mujeres dirigen clubes de Segunda, Segunda B y Tercera. Todas afirman sentirse respetadas "en un mundo de hombres"

Miguel Á. Vasco
Actualizado a
<b>LA ÚLTIMA EN LLEGAR. </b>Susana Duque fue designada presidenta del Recreativo, el Decano del fútbol español, el pasado mes de septiembre. En la imagen posa delante del estadio Nuevo Colombino.

En España se contabilizan 483 equipos de fútbol repartidos entre las cuatro categorías nacionales y sólo ocho mujeres son presidentas: una en Segunda, dos en Segunda B y cinco en Tercera División.

Susana Duque ha sido la última en llegar el cargo. Preside el Recreativo desde septiembre, "aunque nunca fue una aspiración. A pesar de ello, no soy nueva, ya antes fui consejera delegada en 2010 y directiva en la temporada 2000-01", apostilla.

Socia de club desde que era adolescente, subraya que "ahora las cosas se ven de otra manera" y coincide con el resto de sus siete colegas presidentas en tres puntos: se siente "muy respetada", "a pesar de ser un mundo de hombres, no percibo machismo"; y, por último, ensalza "el buen rollo que hay con el resto de presidentes".

En este sentido, la mayoría admite no haber tenido experiencias desagradables en el tiempo que llevan en el cargo, salvo Sagrario González, presidenta del Atlético Astorga (tiene entre sus socios de honor al Príncipe Felipe y su familia): "Cuando nos enfrentamos a la Cultural, fui al palco del Reino de León y celebré los goles de mi equipo, me criticaron mucho y desde entonces veo los partidos al lado del banquillo".

María Luisa Gil también es novata: preside el Mérida UD desde junio. Como el resto, confiesa ser profana en el fútbol, aunque es la única con ascendencia futbolística: su padre, Adolfo Gil Moñino, fue jugador del equipo emeritense en los años 50; "pero es que, además, mi marido es directivo, mi hijo es recogepelotas y mi hija vende papeletas de las rifas; estamos todos implicados en un club en Ley Concursal".

Relación familiar.

Para dos de las protagonistas, el cargo es algo más que presidir un club, hay una relación familiar que les supone cierta presión. María Victoria Pavón cumple su tercera temporada como presidenta del Leganés. Su marido, Felipe Moreno, se hizo con la mayoría accionarial y la puso al frente del club. Se llegó a decir que era un cargo 'de paja', que las decisiones importantes las tomaba el máximo accionista. María Victoria Pavón se defiende: "Es verdad que he tenido la percepción del exterior de que parecía que yo no pintaba nada, pero si mi opinión no contara, lo dejaría. Yo discrepo mucho con mi marido y siempre intento salirme con la mía, pero las decisiones son siempre consensuadas entre él, yo y el director deportivo".

El otro caso es el de Isabel Tarragó. Presidenta del Llagostera desde hace cuatro temporadas, su marido, Oriol Alsina, entrenaba al equipo catalán con anterioridad. En las últimas fechas se había especulado que su puesto podría estar discutido por los deficientes resultados. ¿Qué haría la presidenta, es decir su mujer? Isabel Tarragó lo tiene claro: "Nunca me he puesto en la tesitura de si tendría que echar al entrenador, a mi marido. Lleva cinco ascensos seguidos y con eso se dice todo. El problema será cuando le llegue una oferta de superior categoría".

El caso del Atlético Vianés es curioso. No sólo porque su presidenta, Nieves Miranda, sea la más veterana (cumple 10 años en el cargo), sino porque el equipo no juega en su zona. Viana pertenece a Navarra, sin embargo el equipo milita en el grupo riojano (16), "por proximidad y, consecuencia de ello, para ahorrar costes", afirma la presidenta, que se congratula de que cada vez haya más mujeres directivas en el fútbol: "Esto es progreso".

Gisela 'Gigi' Oeri y Ceca Raznatovic

Aunque pueda sorprender, en Europa hay dos clubes dirigidos por mujeres. Al Basilea le preside la filántropa Gisela Gigi Oeri, una de las mayores fortunas europeas. Por su parte, la cantante Svetlana Ceca Raznatovic dirige el Obilic. Se hizo cargo del club tras el asesinato de su marido, Arkan, el conocido paramilitar serbio, en el año 2000. -Agustín Martín