Lille y Trabzonspor firman un empate que les deja fuera

La persistente y endeble embestida del Lille no fue suficiente para lograr la victoria en casa contra el mecanismo defensivo del Trabzonspor, que desde el primer minuto jugó esperando una contra que nunca llegó y consolidó un empate a cero que dejó a los dos equipos fuera de los octavos de final.

Como una lluvia fina que no cala, el Lille lo intentó durante los 93 minutos de partido, con pocas ocasiones de gol extremadamente claras pero con un dominio manifiesto.

Superó el 60 por ciento de posesión y firmó 10 saques de esquina por uno de los turcos. Lanzó cinco tiros entre los palos contra dos de sus rivales y disparó otras nueve veces fuera de la portería, frente a cuatro intentos de los jugadores del Trabzonspor.

Los franceses brillaron en la tabla de estadísticas, pero no consiguieron materializar su dominio para lograr la ansiada clasificación. Ni las incursiones de Hazard -que en el primer cuarto de hora rompió la defensa otomana como un estilete, se apoyó con una pared en Sow y lanzó un disparo que se escapó lamiendo el poste- ni los disparos de Joe Cole, Sow o del propio Hazard de falta sirvieron para batir al Trabzonspor.

Los turcos, por su parte, de dedicaron a especular con la posible victoria del Inter de Milán, único clasificado del grupo B antes del último partido de la fase de grupos, frente al CSKA de Moscú. Pero los rusos lograron imponerse ante los italianos e hicieron que en el Stade LOSC Lille Métropole solo valiera una victoria, a cara o cruz. Y la moneda cayó de canto.

Rudi Gracía dibujó un 4-2-3-1 para intentar desarmar el correoso 4-4-2 de Senol Günes, que pareció apostarlo todo a la última media hora y confió en el solvente guardameta Zenguin, su capitán, para mantener su portería virgen hasta el último tramo del encuentro.

Solo a falta de un cuarto de hora para el final los turcos metieron una marcha más e intentaron, sin éxito, forzar el esperado contraataque que les podía dar la llave de los octavos de final.

Y para ello sacó al campo al brasileño Paulo Henrique, que se convirtió en la pieza que aceleró el hasta entonces cansino engranaje otomano pero no logró lubricar el juego de los suyos todo lo que hubieran necesitado.

El Lille terminó pagando caro el empate en casa frente al CSKA de Moscú (2-2), donde se dejó dos puntos que podrían haberle dado un puesto en la ronda de los dieciséis mejores equipos de Europa, en la que el Marsella será el único representante francés.