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segunda b | atlético b 0 - real madrid castilla 1

Jesé tumba a la adversidad

Un jugadón del canario culminado por Joselu decide el 'miniderbi' madrileño a favor del Castilla ante un Atlético B que falló un penalti y jugó con uno más. Los de Toril recuperan el liderato.

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<strong>TRIUNFO DEL CASTILLA.</strong>
TRIUNFO DEL CASTILLA.

El Atlético debería olvidarse ya, aunque todavía no haya acabado, del fin de semana de derbis. Perdió el de los 'mayores' a domicilio y perdió el de filiales en el Cerro del Espino. Si la derrota del Bernabéu duele porque echa sal sobre una herida abierta hace demasiado tiempo, la de Segunda B lo hace por la forma en que llegó: el equipo de Pantic hizo mucho para ganar menos, las paradojas del fútbol, lo que tenía que hacer para ganar. En la segunda parte y con los equipos justos de fuelle en un partido de mucha brega y mucho trabajo de albañilería, Jesús le paró un penalti a Fer. Aturdido, el equipo colchonero tampoco aprovechó la expulsión de Lucas. Y contra diez y con el partido inclinado hacia Jesús, el Atlético B perdió.

Y perdió porque Jesé dejó una flor extraña entre el cemento y la siderurgia de un partido demasiado industrializado. El canario, que batalló solo muchos minutos, decidió el derbi con una jugada aislada, uno de esos extraños aguijonazos de los que son capaces este tipo de jugadores, pura clase y una dosis de garra: se fue de dos defensas y tocó el balón ante la salida de Iago. Joselu la empujó y decidió el partido por mucho que el Atlético colgara balones, apretara los dientes y acabara con el portero buscando remates. Ni venganza ni racha: el equipo de Pantic para en nueve su sucesión de partidos sin perder. El Castilla suma su sexta victoria consecutiva y vuelve a ser un líder con cara de muy serio aspirante al ascenso a Segunda. O al menos a pelear duro en esa fase de ascenso que es la perfecta trampa para osos, que embosca sueños y provoca sorpresas, infartos y esa compleja ecuación de drama, disgustos y alegrías que hacen del fútbol algo único.

El partido, por lo demás, se jugó en coordenadas de máxima rivalidad. Toril se desgañitó intentando que su equipo tocara e hilvanara juego. Pero, sin Carvajal y Morata, sólo al principio pareció cómodo. Después tuvo poca continuidad, poca profundidad, pocos centros de Juanfran y poca aportación de Jesé hasta la jugada que definió el partido. Mérito de un Atlético que atenazó el centro del campo, trabajó a destajó y salió rápido con incorporaciones de los centrocampistas y un trabajo salvaje de Pedro Martín en punta. Él provocó casi todo el peligro de su equipo y él provocó el penalti. Kader perdonó dos veces en una primera parte en la que, en la otra portería, Joselu falló de cabeza a bocajarro.

En la reanudación el Atlético comprimió el juego pero no aprovechó sus mejores minutos. El Real Madrid vivió en pie gracias al penalti parado con Jesús y aprovechó a golpe de calidad el órdago que supusieron los minutos en los que, con todos cansados, el partido se rompió y el campo se alargó. Así marcó el Casilla, con diez pero con Jesé, y así tiñó de blanco el 'miniderbi' y la clasificación. Sigue líder, sigue adelante