Rafael Gordillo tendrá más poder en el Betis

Días para que tome forma la Fundación Real Betis, con Rafael Gordillo Vázquez al frente de ella. Como presidente de la Fundación, Gordillo se convertirá de facto en el protector del Betis por si los vientos accionariales pegan un vuelco en el futuro más próximo. Ésa es la intención del actual Consejo: revestir a la nueva institución de un poder superior que no pueda revocar otra directiva a la que volviese, existe la posibilidad, Manuel Ruiz de Lopera. Parece difícil mantener eso desde el punto de vista legal, pero... Al contrario de lo que pueda parecer, la Fundación no tendrá una función decorativa, y menos presidida por un hombre que dispone en el Betis de mucho más peso del que indica su cargo actual, director de relaciones institucionales, más incluso del que tomó cuando hace once meses desembarcaba en Heliópolis como primer presidente de la transición post-Lopera y post-Oliver.

"Todo el mundo escucha a Gordillo en el Betis, y muchos le hacen caso", confiesa un peso pesado de la planta noble heliopoliana. Su temple significó mucho a la hora de mantener la confianza en Mel durante sendas rachas de cinco derrotas (el año pasado) y seis, hasta hace una semana. Su beticismo, fuera de toda duda, volvió a firmarse por escrito días antes de tomar la presidencia, cuando se abonó al Betis (de manera secreta, casi) porque aunque no era necesario creía que le avalaba moralmente. Cuentan que ahora busca acciones, que incluso ha comprado ya algunas para presidir la Fundación con papeles. Gordillo protege al Betis, lo ilumina. Y para eso no hace falta ningún documento ni ninguna institución.