El Nàstic ya siente la mano de D'Alessandro

Si una palabra describe el partido de ayer, ésa es increíble. Pocas veces se ve a un equipo sufrir una metamorfosis tan grande en tan poco tiempo, y ni los más optimistas esperaban una victoria tan holgada. El Nàstic venció 5-0, arrolló al rival y mostró una intensidad desconocida hasta la fecha. El 'método D'Alessandro' funciona.

Desde el primer minuto los grana se plantaron en el campo con dos líneas de cuatro muy juntas, y con Powel y Peragón arriba presionando de manera insaciable la salida de balón del Sabadell. A los 18' Morán aprovechó un rechace de De Navas para inaugurar el marcador, y en el 27' Powel fusilaba la portería arlequinada. En 30 minutos el Nàstic hizo más que en los últimos once partidos. Morán se encontró demasiado cómodo y la medular del Sabadell nunca supo cómo pararlo. Encomiable la valentía de Carreras y los suyos, abiertos a banda y siempre con la meta rival como objetivo. El Sabadell no hizo un mal partido, pero al Nàstic le salió todo. Powel en la segunda parte marcó el segundo de su cuenta particular y regaló el cuarto del Nàstic a Tuni. Luna, tras un regate precioso, puso el lazo a la goleada. Pero más allá del resultado, lo más relevante fue la imagen del Nàstic. El equipo está vivo, y con muchas ganas.