Madrid del Sol Naciente
A quien madruga Dios le ayuda. El Madrid metió siete a las doce. Más de 300 millones de humanos fueron testigos de la explosión del mejor equipo de Europa a día de hoy. El Bernabéu reventó en una matinal para el recuerdo. ¡Líderes!


Domingo perfecto. El desayuno que tomaron los boinas verdes de Mourinho en el Mirasierra Suites debió ser la leche (nunca mejor dicho). Jamás vi jugar tan bien a la hora de la misa de doce. El Bernabéu parecía un estadio sacado de un Parque Temático, con miles de niños agarrados a las manos de sus padres, orgullosos de ser del Madrid y de transmitirlo a las futuras generaciones. Lucía un sol radiante mientras el resto de España se ahogaba bajo la lluvia. Cristiano Ronaldo, cuellos arriba y gomina en su sitio, recogiendo su reluciente Bota de Oro y llevándose el balón del partido con una nueva exhibición goleadora. Sahin calentando motores para iniciar su atractiva etapa como jugador blanco. La plantilla dando una lección de solidaridad con las camisetas lanzando un mensaje de ánimo a Cassano. Miles de banderas blancas ondeando al cielo de una capital que se rinde al mejor fútbol que hoy pueda verse en el mundo. Lo ratifican los 120 millones de chinos que aprovecharon su hora de prime-time para renovar sus votos amorosos hacia Cristiano Ronaldo, el jugador más deslumbrante del planeta. Lo siento por Messi, pero los números del portugués empiezan a ser un escándalo social que no admite réplica a mi afirmación...
'Bam Bam' Cristiano. Zamorano, un killer al que siempre recordaré por el hat-trick que le hizo al padre de Busquets en la manita que acabó con el Dream Team de Cruyff en 1995, vio superado su registro capicúa de 101 goles por esa bestia de la naturaleza que ya ha hecho historia en el mejor club de todos los tiempos. 103 goles en 106 partidos. No es un terráqueo más. El 7 se sale. Además, firmó dos goles de cabeza con un repertorio de vuelos sin motor del que sólo está autorizado a hablar Carlos Alonso Santillana. Qué manera de elevarse, suspenderse y girar el cuello para conectar donde no llegarían ni Arconada e Iribar unidos en una misma pieza. Cristiano es el faro que guía este Madrid imponente, capaz de hacer del fútbol un homenaje continuo al buen gusto. Además, de egoísta nada. Que todo el mundo sepa que Cristiano también ha regalado una réplica en cristal de la Bota de Oro a los utilleros, masajistas, ayudantes del cuerpo técnico, delegados, jardineros, encargados de prensa... Cristiano ha hecho partícipe de su éxito a todos con humildad y generosidad. Este chaval es un crack en todos los sentidos.
Mou 201. En Setúbal pueden presumir por haber alumbrado al técnico más cualificado que mi memoria recuerde. La envoltura le ha dado más de un problema, pero con su pizarra de tecnología punta y conocimientos extremos está dando un máster del Universo. En sólo catorce meses, su Madrid ha marcado 201 goles. He escrito bien. De 76 partidos ha ganado 57, ha empatado 11 y sólo ha perdido 8. De esos 201 goles, Cristiano ha firmado 70, más de la tercera parte. ¡Esos portugueses, qué buenos son!
¡A tres puntos! El Barça se dejó otro empatito (Real Sociedad, Valencia, Sevilla, Athletic...) y ya están a tres del líder soberano de la competición. Si el Madrid no falla y logra que el Bernabéu le aúpe a la victoria en el Clásico de diciembre, nos iremos a comer el turrón y a cantar villancicos con el Barça a seis puntos. No sueño. Expongo lo que se ve venir. El Madrid aplasta a sus rivales. El Barça corre mucho y saca un empate cuando el rival se queda con 10. Qué domingo más feliz...