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EUROCOPA 2012 | FRANCIA 1-BOSNIA 1

Nasri rescata a Francia

La selección de Laurent Blanc evita la derrota y la repesca gracias a una pena máxima marcada por Nasri a falta de 12 minutos. Dzeko, con un golazo, adelantó a una estupenda Bosnia.

Actualizado a
<b>FRANCIA 1-BOSNIA 1</b>.
FRANCIA 1-BOSNIA 1.REUTERS

Sami Nasri rescató a Francia del agujero en el que estaba, condenada por su indulgencia a jugar la repesca, y la propulsó directa hacia la Eurocopa de 2012 al lograr el empate (1-1) ante una voluntariosa Bosnia que mereció mejor suerte por su entrega. El jugador del Manchester City transformó un penalti que él mismo había provocado en el minuto 78, cuando un ambiente de drama se había apoderado del Estadio de Francia desde que media hora antes Dzeko había adelantado a los bosnios.

El empate de Nasri daba a Francia el punto que necesitaba para sacar billete con destino a Polonia y Ucrania sin pasar por la repesca. Una obligación que tendrá que cumplir Bosnia en busca de su primera clasificación para una fase final desde su nacimiento como país en 1992. Los bosnios de Safet Susic merecieron mejor suerte, crearon más ocasiones y estuvieron a un cuarto de hora de su histórica clasificación.

Obligados a ganar, saltaron al Estadio de Francia como si fueran los locales, alentados por 15.000 compatriotas desde las gradas. Y redujeron a una Francia que sumaba 14 encuentros sin perder a un conjunto menor, que estuvo a su merced. Pero Lulic no estuvo acertado de cara al gol y Dzeko falló varias ocasiones claras. Hasta que en el minuto 40 destapó el tarro de su talento y adelantó a su equipo. El jugador del City recibió un balón sacado con astucia por Papac y, desde el borde del área, lo colocó con potencia lejos del alcance de Lloris. Era el premio al trabajo encarnizado de los bosnios, a su entrega, y el castigo a la indulgencia de una Francia que se conformaba con el empate.

El tanto dio la vuelta al planteamiento y obligaba a los galos a enfundarse el uniforme que se le supone a su estatus. Los de Laurent Blanc mostraron más voluntad que orden, más juego individual que en equipo. En ese contexto, su suerte se fiaba a un golpe aislado de talento. Sin los lesionados Karim Benzema y Franck Ribéry, todas las miradas estaban puestas en un Nasri que tardó en aparecer. Fue el único jugador que se atrevió a desafiar a la ordenada defensa bosnia, el único que intentó romper la muralla creada ante ellos. Lo pudo conseguir en una lejana falta que acabó estrellándose en el larguero.

Pero lo logró a falta de 13 minutos para el final, cuando la esperanza había empezado a abandonar a los suyos. Fue afortunado el jugador del City, porque el sevillista Spahic cometió un error infantil para derribar en el área a Nasri. El árbitro vio la jugada y señaló pena máxima que el propio Nasri se encargó de transformar con garantías. El Estadio de Francia renació de su silencio y a Bosnia ya no le quedaba combustible para más. Francia se creció y llegó en los últimos minutos sin puntería.

Ese tramo final no sirvió para tapar las lagunas que atesora el equipo de Blanc, que a punto estuvo de perder la primera plaza del grupo y que acudirá a Polonia y Ucrania sin haber restañado todas las heridas que arrastra desde el pasado Mundial.