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Liga BBVA | Valencia 2 - Barcelona 2

Un partido de campeonato

Grandioso encuentro entre el líder y el campeón. Mathieu descosió al Barça, pero Pep supo rectificar. Fàbregas sigue en racha y salvó un punto.

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<b>ESTA VEZ FALLÓ. </b>Messi tuvo un mano a mano con Guaita, pero el portero le ganó el duelo.
ESTA VEZ FALLÓ. Messi tuvo un mano a mano con Guaita, pero el portero le ganó el duelo.

Jugaban el líder contra el campeón. ¡Y cómo lo hicieron!. Firmaron un partido descomunal que tuvo alternativas diversas, que se reinventó sobre la marcha, en el que los dos entrenadores tuvieron sus momentos de gloria y de miseria de los que supieron reponerse, con futbolistas que ofrecieron lo mejor de su repertorio ante rivales que jugaron con una concentración fantástica. En resumen, un empate bueno para ambos equipos, porque tanto el Valencia como el Barça tuvieron opciones para ganar un encuentro fantástico. Un partido de campeonato que prestigia una Liga que vale más de lo que dicen.

El Valencia mereció ganar por su fenomenal disposición táctica, por el sacrificio de sus jugadores y por un planteamiento valiente. El Barça podría reclamar la misma victoria apelando al talento de sus jugadores, a la anarquía de un Fàbregas que rompe cualquier planteamiento y por saber remediar sobre la marcha el baño táctico que, de entrada, Unai le dio a Guardiola. Resumiendo, un partidazo digno de dos aspirantes a la Liga.

Efecto Mathieu.

De entrada, el partido se decantó para los locales gracias a la ya habitual disposición de Mathieu como interior. Guardiola trató de conjurarla poniendo a Alves por delante haciendo lo mismo, pero lo del francés ante los blaugrana es descomunal. Es ver una camiseta blaugrana y transformarse en una mezcla de Briegel y Gordillo. Un tren a toda velocidad que descosió la defensa de tres del Barça.

En una incursión del galo, Abidal envió la pelota al fondo de la red antes de que Soldado la remachara. Tuvo suerte el Barça de que en la jugada siguiente se encontraran Messi y Fàbregas en la frontal. El argentino asistió a Pedro que volvió a demostrar que incluso cuando no está fino, tiene el gol en la sangre.

El empate era ficticio. El Valencia siguió desangrando al Barça con un trabajo estelar de Banega y de Albelda. Pudo haber un penalti de Rami a Messi, pero la escena era de los locales. Lo corroboró Pablo tras una nueva internada de Mathieu. Y antes del descanso, una tercera incursión del francés pudo ser el tercer tanto, pero Soldado falló su gol más fácil de la Liga. El Barça, respiraba.

Urgían cambios en el Barça y Guardiola apostó por Adriano. El brasileño se colocó como extremo nato y Xavi empezó a tener protagonismo. El partido se le empezó a hacer largo al Valencia y el Barça volvió a monopolizar la pelota a riesgo de vivir en el alambre con una defensa de tres que se sustentaba en un gran Mascherano.

El orden y la concentración del Valencia, ejemplar a lo largo de todo el partido, lo rompieron los anarcos del Barça. Messi, que había fallado un uno contra uno ante Guaita, se inventó un pase brutal a Fàbregas, quien con una frialdad de cirujano, empató el encuentro.

A partir de entonces, se desató por un lado un Barça que tuvo ocasiones para ganar el partido gracias a Villa y a Messi, pero el Valencia tuvo también sus opciones y nunca firmó el empate.

Ambos equipos jugaban como si en vez de estar empezando la Liga jugaran una semifinal de Champions Legue. Un pedazo de partido de fútbol.