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José Antonio Camacho

"Entre mil millones de chinos seguro que hay buenos futbolistas"

Camacho ya está en China. Y se queda a vivir. "El proyecto es firme y serio y viviré en Pekín 200 días al año". "Los chinos son gente de orden y trabajadora y conseguirán también ser una potencia en fútbol". El día 2 debuta contra Singapur. Su objetivo: ir al Mundial de Brasil.

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"Entre mil millones de chinos seguro que hay buenos futbolistas"

A mucha gente le ha cogido con el pie cambiado el fichaje de Camacho como seleccionador de China, aunque era algo que entraba en sus planes...

Pues sí. Había recibido algunas ofertas de otros países y también de clubes extranjeros, pero la oferta de China era concreta, firme y seria. Por eso me he decidido a venir aquí.

¿Y se quedará a vivir en China o pedirá que le pongan una parabólica en casa, como hizo Clemente cuando le ofrecieron entrenar a Irán?

No, no... nosotros nos quedamos. Viviremos en Pekín doscientos días al año. Sólo iremos por España entre noviembre y febrero, que es cuando aquí para la liga por el frío. De momento estamos de hotel, pero ya estamos buscando casa.

Habla en plural porque no se ha ido sólo. Le acompañan 'el soso' Gallego, Carcelén y Gaspar...

Bueno, y mi esposa, Cris, que se queda a vivir conmigo aquí en Pekín. Nuestros hijos son ya mayores y vendrán cuando puedan. Les vamos a echar de menos, como a mi nieta, pero el fútbol te lleva de un sitio a otro. Esto es así.

¿Qué tal le han recibido?

De lujo. Se han volcado. Los chinos son gente de orden, trabajadora y seria y da gusto contar con ellos. Son una potencia mundial en todo y también lograrán serlo en fútbol.

Sí, porque llama la atención que los chinos copen el medallero de los Juegos Olímpicos, que tengan campeones mundiales y tantas disciplinas y que, en fútbol, sólo hayan logrado estar en una fase final de un Mundial...

Pues sí, y eso es a lo que quieren poner remedio. No tiene mucha explicación. Resulta que aquí tienen sólo treinta mil licencias, cuando son mil trescientos millones de chinos. Japón, que es un país mucho más pequeño que China, tiene muchos más federados. Ese es el problema que quieren resolver y por eso es importante jugar Mundiales, por el efecto llamada entre los jóvenes.

De la Selección de China dicen que es voluntariosa, pero que de técnica y táctica andan justitos, ¿cómo lo ve?

Pues de lo que estoy seguro es que entre más de mil trescientos millones de habitantes tiene que haber buenos futbolistas, así que los encontraremos y les enseñaremos lo que se dejen, que seguro que será mucho porque es gente obediente y bien dispuesta.

¿Qué planes tiene? Porque el día 2 de septiembre ya viene el primer partido de la fase de clasificación para Brasil 2014, contra Singapur...

Aquí hay más tiempo para la Selección que en España. Nos concentraremos el día 22 de agosto, con dos semanas de antelación. Es tiempo suficiente para preparar el primer partido y para tomar contacto con los jugadores, que nos conozcan ellos y que nosotros les conozcamos a ellos. Voy a contar con la ayuda de entrenadores locales que nos van a guiar las primeras semanas.

Y necesitará un traductor, porque con el 'Nihao Zhongguo' ('Hola, China') del primer día no le va a alcanzar...

Sí, sí, claro. Ya tenemos un traductor con nosotros.

No me extrañaría que le enseñe usted español al traductor antes que él a usted mandarín...

Je, je, je... Nos ayudaremos mutuamente. Pero tengo mucho interés en aprender todo el chino que pueda. Como voy a estar aquí como mínimo tres años creo que es tiempo suficiente. Pondré todo de mi parte para aprenderlo.

¿Qué le ha llamado más la atención en su primer día en China? ¿Hay muchas bicicletas o exageran en occidente?

Bicicletas he visto muy pocas. Lo que he visto son muchos coches. China es un gran país que avanza a una velocidad de vértigo. Se nota en todo, en los edificios, en el comercio, en como va la gente vestida, en las grandes multinacionales que se han instalado aquí... por algo son una potencia económica mundial. Lo que quizás es distinto es la gente. Aquí son obedientes, disciplinados, abnegados, trabajadores y serios. Por lo demás, si hay alguna cosa que me ha chocado más que otras han sido los horarios y las comidas.

¿Y eso?

Bueno, para empezar porque la diferencia horaria entre Madrid y Pekín son seis horas. Eso ha sido duro. Luego porque la hora de la comida, aquí, es entre las once y las once y media de la mañana. Hoy (por ayer) hemos comido a las once y media y a las doce y cuarto estábamos apañados. Nos han dado manjares, y sopa. Siempre ponen sopa. Es comida sabrosa, pero distinta.

¿No hay chorizo ni jamón ni queso? ¿No hay embutidos?

Pues seguro que los hay porque aquí hay de todo, pero yo no los he catado aún. Pero hemos comido cosas riquísimas. Es una cocina elaborada.

Dicen los chinos que su contrato va más allá de lograr la clasificación para el Mundial de Brasil, ¿hasta dónde llega el acuerdo?

Bueno, sí... pero si logramos la clasificación para el Mundial mejor para todos... El caso es que quieren progresar, llevar al fútbol a la altura de otros deportes en los que son líderes. Tienen una liga con dieciséis equipos que ha mejorado mucho, en los últimos años han venido a trabajar aquí casi una decena de técnicos extranjeros y están en progresión. Pero el objetivo es clasificar a China para el Mundial 2014. No será fácil porque tenemos un grupo duro con Singapur, Jordania e Iraq, pero lo peor vendría después, en las eliminatorias de la zona de Asia donde te eliminas con selecciones que ya tienen trayectoria en las Copas del Mundo, como Corea, Japón o Australia. Fácil no será, pero entre todos lo vamos a intentar y creo sinceramente que lo podemos conseguir.

¿Le han dicho ya algo del amistoso contra España del 11 de noviembre?

Parece que hay algo previsto, pero aún no está firmado porque España primero tiene que cerrar su clasificación para la Eurocopa. Ojalá que se dispute ese amistoso. Sería emocionante para mí y una lección para los jugadores de China, que podrían aprender mucho en un sólo partido.

No veo yo a Camacho jugando contra España, no me lo imagino como no me imagino un guardia de servicio en bañador. No sé, no lo veo...

Pues es lo que hay. Ya veremos que sensaciones tenemos todos ese día, pero lo que tengo claro es que China saldría a ganar. Aquí hay que defender cada uno lo suyo. También me he enfrentado al Real Madrid como entrenador de otros equipos. El trabajo de un entrenador es llevar a la victoria al equipo que dirige. Eso es lo profesional.

¿Sabe que peligra el comienzo de la Liga en España por una huelga de los jugadores? Usted no tendrá ese problema en China, claro está.

Sinceramente, lo veo complicadillo... No es un problema que vea en el horizonte. Tendré otras dificultades.

¿Cómo ve la temporada en España, en Europa?

En España veo dos equipos: el Madrid y el Barcelona. El Madrid saldrá, y puede, a ganar cuatro títulos y el Barça, que también puede, a ganar seis. Detrás vienen los demás, entre ellos un grupo de equipos coquetos que darán alegrías a su gente. Pero la Liga está partida en dos.

¿Qué siente tan lejos de España, de Madrid y de Ibiza?

Pues siento una alegría tremenda por estar en China. Una ilusión enorme por hacer bien mi trabajo y la esperanza de que este país vaya a conseguir ir al Mundial de 2014. A España ya volveré cuando se pueda, cuando mis obligaciones como entrenador de China me lo permitan. Hay tiempo para todo. También siento mucha curiosidad por el país, por sus gentes. Seguro que tendré ocasión de aprender muchas cosas buenas de ellos porque son gentes que merecen la pena.

¿Qué hará un cristiano, un hombre temeroso de Dios como usted, en un país budista y taoísta?

Bueno, cada uno es de su padre y de su madre. Yo respeto a todos y ellos me respetan a mí. Ese es el equilibrio.

Se ve que ya le ha alcanzado el espíritu de Confucio.

Lo que quiero alcanzar yo es el Mundial de Brasil.

Menudo lío aprenderse los nombres de los futbolistas, ¿cómo lo va a hacer?

Con paciencia y memoria, pero seguro que todos nos conoceremos pronto y bien y que formaremos un buen grupo.