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Liga BBVA | Real Zaragoza

Lafita sonríe de nuevo tras dos años de nubarrones

Los juicios y su rodilla le han impedido rendir al máximo.

Javier Marín
Actualizado a
<b>ALEGRÍA. </b>Lafita y Uche celebran uno de los goles del Zaragoza.

Estoy empezando a ver de nuevo el sol". Esta frase recoge los sentimientos de Lafita una vez acabado el partido del Bernabéu. Una frase que resume a la perfección lo que ha vivido el canterano desde su regreso hace dos veranos al Zaragoza: dos temporadas llenas de nubarrones iluminadas de nuevo en un día lluvioso, aquel en el que Lafita lideró la cuarta victoria del conjunto aragonés en toda su historia en el estadio madridista.

Dos goles, un penalti provocado y una soberbia actuación le han convertido en el héroe del Bernabéu. Un héroe de la casa que las circunstancias le habían impedido hasta ahora rendir a su máximo nivel. La historia comenzó en el verano de 2009, cuando el Zaragoza efectuó su opción de recompra en el último instante del mercado estival. El Deportivo denunció el caso a la Liga de Fútbol Profesional, un hecho que le impidió entrenarse con sus nuevos compañeros y participar en las primeras jornadas de aquella temporada.

El fallo de la LFP a favor del Zaragoza no se produjo hasta el 28 de septiembre, justo antes de la sexta jornada, pero este hecho no dejaría de ser el principio de una serie de juicios que perduran hasta el día de hoy. El próximo mañana mismo, aunque el canterano ya aseguró la semana pasada que no está obligado a presentarse y que no le afectará de ninguna manera: "Lamentablemente, uno se acaba acostumbrando. Tras tantos juicios, he conseguido aislarme".

Al margen de que no pudiera completar una pretemporada en condiciones, Lafita no se vio perturbado y dejó muy buenas sensaciones en sus primeros partidos, justo hasta que sufrió una tendinitis en su rodilla izquierda. Esas molestias le obligaron a parar a mediados de la segunda vuelta y con el deseo de triunfar en la nueva campaña que se avecinaba, comenzó a ajercitarse antes que sus compañeros para recuperarse totalmente de su lesión.

Fue en vano. Comenzó la actual temporada y las molestias persistían, obligándole a parar de nuevo. Ahora sí que parece que el tratamiento ha tenido éxito y una prueba de ello es su gran actuación en el Bernabéu: "Lo necesitaba desde hace mucho tiempo, he pasado meses muy duros. No podía jugar como yo quería y por eso paré. Está claro que sin dolor se juega mucho mejor".

Pareja atacante. Una vez vencidas sus molestias, Lafita sonríe de nuevo, pero no el único. Uche, su pareja de ataque frente al Madrid, ha vivido una historia muy parecida. El nigeriano se rompió el cruzado en la segunda jornada de la temporada pasada, iniciando un particular infierno al que puso fin hace dos meses con un golazo al Ahletic. Desde entonces se ha convertido en la punta de ataque de un equipo que agradece su juego y que el sábado recuperó a otra de sus mejores piezas para la lucha final por la permanencia. Sonríe Uche. Sonría Lafita. Sonríe el Zaragoza.