América pasa a la siguiente ronda y Nacional queda fuera

La última fecha del grupo más reñido en la competición, que llegó con los cuatro equipos con posibilidades de clasificarse, terminó con América como primero con 10 puntos y Fluminense segundo con 8, los mismos que Nacional pero con una mejor diferencia de goles.

Los uruguayos, que tenían la ventaja de jugar en casa, no supieron como vulnerar a los mexicanos en los 90 minutos de juego y al final quedaron a expensas de lo que sucedía en Argentina, donde Fluminense tenía que ganar por un gol para que ellos pudieran seguir en el torneo.

El arranque de Nacional fue fulgurante. Enérgico y decidido se apropió del balón y no dejó a los mexicanos recuperarlo, imponiendo además una fuerte presión a los de América cada vez que éstos lograban hacerse con la pelota.

La decisión de los uruguayos dejó a los visitantes concentrados en el fondo de su cancha dedicados a defender, limitando sus opciones ofensivas a esperar por un buen contraataque.

El dominio pronto se convirtió en buenas ocasiones de gol, abortadas por el buen arquero mexicano Guillermo Ochoa o por la falta de puntería a la hora de rematar de los locales.

No fue hasta casi la media hora de juego que los mexicanos cruzaron la mitad de la cancha con cierto peligro, coincidiendo con un bajón en la intensidad de los locales, que comenzaron a confundir velocidad con ansiedad.

En la reanudación, Nacional siguió siendo mejor que sus rivales, si bien la diferencia se redujo y los mexicanos pudieron organizar mejor sus ataques y tratar de ralentizar el juego para avivar la desesperación de los uruguayos.

Nacional atacaba una y otra vez, aunque cada vez con menos inteligencia y peor fortuna, mientras que América comenzó a sentirse cómodo con el desarrollo del encuentro y se acomodó atrás sin el miedo que le acució en la primera mitad.

El nerviosismo de Nacional solo se veía atemperado por los buenos resultados que venían de Buenos Aires, donde el desarrollo del partido entre Argentinos Juniors y Fluminense parecía escrito por un seguidor de los tricolores.

Sin embargo, cuando el árbitro pitó el final en Montevideo aún quedaba tiempo en Argentina para que los brasileños anotaran un cuarto gol que liquidaba todas las aspiraciones de Nacional.