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real madrid | liga bbva

Discurso del presidente en la Entrega de Insignias 2010

Esta es la trascripción del discurso íntegro de Florentino Pérez en el acto en el que el club entregó a sus socios 2.346 insignias de plata, 141 de oro y 146 de oro y brillantes.

Actualizado a

Presidente de Honor del Real Madrid, miembros de la Junta Directiva, socios y amigos del Real Madrid.

Todos los años celebramos un acto como el de hoy, un acto de los más esperados por la familia madridista. Un acto emotivo, de enorme orgullo y, sobre todo, de gratitud. Un acto de reconocimiento, de lealtad, de solidaridad y de amor a una institución que se siente orgullosa de sus 109 años de historia y que posee una enorme fuerza e ilusión para seguir construyendo el futuro.

También es un día de reflexión. Es un día para preguntarnos por qué estamos aquí. Siempre digo que lo mejor que tiene este club, sin lugar a dudas, son sus socios. Todos vosotros habéis contribuido a que la leyenda del Real Madrid sea eterna. Unos con la pasión de 25 años, otros con la inquebrantable lealtad durante 50 años y otros manteniendo la esencia de los valores durante 60 años. Por eso este acto supone para mí, como presidente, uno de los mayores ejemplos. Vosotros sois la fuerza que ha hecho del Real Madrid un equipo indiscutible y único en el mundo.

El sentimiento que durante todo este tiempo habéis mostrado al club forma parte de una cultura que se ha mantenido a lo largo de nuestra historia. Una identidad que nos ha permitido llegar a ser lo que somos y afrontar siempre las máximas exigencias sin importarnos las dificultades.

Vosotros habéis contribuido con vuestra entrega, a que el Real Madrid sea reconocido en todo el mundo no solo por sus triunfos deportivos, sino también por sus valores. Hablamos de esos principios indestructibles transmitidos de generación en generación que hoy constituyen la razón de ser de este club. El talento, el respeto al adversario, la honradez, la entrega, el sacrificio, la solidaridad y la permanente búsqueda de la victoria son y deben ser siempre nuestras inalterables señas de identidad.

Vosotros y vuestros sueños son para nosotros la referencia más poderosa que debe marcar el rumbo de nuestro trabajo y de nuestra estrategia al frente de la institución.

Lleváis buena parte de vuestras vidas, en algunos casos hasta la vida entera, entregando al Real Madrid vuestra pasión y vuestro amor. Habéis compartido tiempos de dificultad y tiempos de victorias inolvidables. Habéis sentido la tristeza de los deseos no cumplidos y la satisfacción de los deseos hechos realidad.

Esa entrega es lo que nos lleva a ofreceros hoy nuestro reconocimiento y nuestra gratitud. Y mis palabras como presidente están hoy más que nunca repletas de afecto y cariño a todos vosotros. Porque vosotros sois la fortaleza de nuestra institución, la garantía del éxito y la seguridad en nuestro futuro.

Todos tenemos un territorio común que hemos recorrido juntos. Y desde la humildad todos tenemos un indiscutible orgullo de pertenecer al Real Madrid.

Un orgullo que nos permite afrontar los mayores desafíos deportivos para seguir manteniendo el prestigio mundial que ha hecho del Real Madrid un club universal, referente en el mundo y admirado por millones de aficionados.

Para afrontar todos los grandes retos que tenemos por delante, es fundamental la unidad de todos. Nuestra fortaleza ha sido, es y será, la unidad de todos nosotros. Lo habéis demostrado durante 25, 50 o 60 años en una dedicación plena y siendo fieles a nuestra historia. Esa tenacidad y esa fortaleza nos llevarán a seguir siendo un referente en lo deportivo, en lo económico y también en lo solidario.

Pertenecer al Real Madrid es todo esto, pero es también asumir una gran responsabilidad. Todos tenemos la obligación de mantener este inmenso legado y mejorarlo para que las próximas generaciones sientan hacia el club el mismo respeto, la misma devoción y el mismo orgullo que hoy tenemos todos nosotros.

A lo largo de su centenaria historia, el Real Madrid ha sido siempre un ejemplo de modernidad y nos ha colocado siempre a la vanguardia de cualquier institución deportiva.

Hoy, el Real Madrid no tiene nada que ver con aquel Real Madrid que varios entusiastas crearon en 1902. Hoy es un club universal, moderno y ejemplar. Pero si hemos llegado hasta aquí, ha sido porque aquellos que lo fundaron fueron capaces de transmitir a las generaciones siguientes este sentimiento tan especial como es el madridismo. Nosotros hemos recibido de nuestros mayores ese testigo que tenemos la responsabilidad de entregar a nuestros hijos.

Y debemos seguir avanzando, instalados en la modernidad y defendiendo nuestros valores, en los que creemos. Ese debe ser el camino a seguir.

Los que hoy tenemos el privilegio de pertenecer a esta institución, debemos trabajar sin descanso para seguir siendo líderes dentro y fuera de los terrenos de juego. Ganar siempre es difícil, como hemos aprendido a lo largo de nuestra historia, pero si trabajamos en la dirección adecuada, si tenemos la paciencia justa y si ofrecemos una entrega total, los triunfos y las victorias llegarán. Para ello, tenemos puestas ya bases sólidas, la estabilidad imprescindible y la estrategia adecuada.

La estabilidad y la serenidad institucional es una de las fortalezas esenciales frente a los nuevos tiempos, y se ha forjado fundamentalmente gracias a vosotros.

Este Real Madrid tiene una misión y un desafío: convertirse algún día en el Mejor Club del siglo XXI, como en su día fue el Mejor Club del siglo XX. Y no solo hablo del territorio deportivo. Tenemos que dar un importante y nuevo salto que profundice en el perfeccionamiento de nuestras infraestructuras, encaminado también a potenciar la imagen y la proyección internacional del Real Madrid.

Tenemos que seguir creciendo en lo económico para que de manera indiscutible este equipo sea siempre de sus socios y pueda competir con cualquier rival, por poderoso que sea.

Y tenemos que ser una referencia de solidaridad con nuestra Fundación Realmadrid por todos los países del mundo. Nuestro compromiso solidario debe adquirir cada día una mayor transcendencia. Por eso trabajamos desde nuestra Fundación, con el objetivo de convertirla en la mejor herramienta posible en la contribución de un mundo algo mejor y más justo. Y sé que, también, en ese territorio de la solidaridad estaremos todos juntos.

El Real Madrid del siglo XXI será un Real Madrid ejemplar, más activo, más fuerte, más moderno, más ágil y, por supuesto, siempre en busca de la victoria, como aprendimos de nuestro maestro y presidente de Honor Alfredo Di Stéfano.

Y no olvidéis nunca que vosotros, los socios, sois los responsables y dueños de este club, y por eso tenéis la obligación de preservar que el Real Madrid siga siendo un ejemplo indiscutible.

Durante estos más de 100 años, hemos alcanzado el liderazgo en lo deportivo, en lo económico, en nuestras instalaciones, en la solidaridad y en la reafirmación de nuestros valores.

El Real Madrid es un club nacido para ganar, basado en el esfuerzo y el sacrificio. Los madridistas creemos que ese esfuerzo, ese sacrificio y esa ansia de victoria no son incompatibles con el juego limpio. La búsqueda continua del triunfo y el juego limpio forman parte sin duda de ese ADN especial que nos define y del que hemos hecho norma de comportamiento a lo largo de nuestra historia. Hemos defendido con contundencia nuestra institución de comportamientos equivocados, y lo vamos a seguir haciendo.

Pero si estamos dispuestos a seguir defendiendo el juego limpio y una ética irreprochable dentro de nuestra institución, también vamos a luchar para que así sea en el mundo del deporte en el que nos movemos. Desde hace muchos años, esta institución hace gala de lo que denominamos 'señorío'. Señorío es reconocer los méritos del adversario. Pero señorío también es defender lo que creemos justo, y señorío también es denunciar aquellos comportamientos irregulares, bien sea dentro o fuera de la institución. Defender al Real Madrid de lo que creemos que es injusto, irregular y arbitrario también es madridismo. Y eso es, precisamente, lo que hace nuestro entrenador José Mourinho. Lo que dice José Mourinho también es madridismo.

Y yo os pido que os sigáis sintiendo orgullosos de lo que sois. De vuestro sentido de pertenencia a este sentimiento llamado madridismo. Y de nuestra responsabilidad. Porque el orgullo de este club es saber que nosotros, los socios, que decimos ser los propietarios del Real Madrid, solo somos administradores de este sentimiento universal. Y este sentimiento que administramos es un servicio a millones de aficionados que no debemos olvidar.

El Real Madrid es de todos y aquí no hay diferencias entre edades, ideologías, nacionalidades o culturas. El Real Madrid no tiene fronteras. Es universal, y la diversidad y la pluralidad de sus socios y aficionados hace aún más grande y fuerte ese vínculo de unión madridista.

Espero que hoy sea un día inolvidable para todos vosotros; porque para este club, sin duda, hoy es un día importante y de justo reconocimiento. Reconocimiento a vosotros y también a aquellos que quizás hoy no estén aquí, pero que algún día os mostraron el espíritu del Real Madrid.

Gracias por vuestro aliento, por vuestra firmeza, por vuestra fuerza y por todo lo que cada día entregáis al Real Madrid. Gracias por vuestra pasión irrenunciable por el Real Madrid. Gracias por vuestra entrega. Gracias por todas las emociones que habéis dejado en el camino. Gracias porque vosotros sois el Real Madrid.

Gracias a todos.