¡Temblad vikingos!

Encauzada.Trondheim, la bonita ciudad noruega de apenas 200.000 habitantes donde jugó el Atlético, significa lugar próspero, lugar donde se crece sano. No es de extrañar, ya que los habitantes de Trondheim están habituados a un clima difícil y a unas condiciones que a nosotros nos parecerían casi insufribles. A las cuatro de la tarde, por poner un ejemplo, ya es de noche. En este lugar próspero el Atlético dio un paso adelante en su clasificación para los dieciseisavos de la Europa League. En ese lugar donde se crece sano, el Atleti salió fortalecido y realizó un pasó al frente el esta competición. El conjunto de Quique sufrió y pasó con dificultades, aunque salió vivito y coleando del Lerkendal Stadion. El equipo coge mucha moral de cara al partido liguero del domingo.

A por los vikingos. El Atlético conquistó ayer a los vikingos en su estadio, algo que no habían hecho esta temporada. Para el club es algo especial someter a este pueblo, bárbaro para las otras civilizaciones. Agüero, Diego Costa, Tiago y demás rojiblancos no entienden de historias ni de mitos y ni siquiera de trolls. Ellos, los rojiblancos, pertenecen a otra tribu que arrasó en Europa el año pasado. Sus dominios fueron de Madrid a Hamburgo pasando por todo el continente. Ni Olaf, el rey vikingo que fundó esta ciudad en el año 997, hubiese podido detener a la tribu colchonera, a pesar de no jugar su mejor partido. Veremos si el domingo lo pueden hacer los vikingos de Mourinho. Es un placer que estos otros vikingos nos den por muertos antes de jugar, por mucho mejores y superiores que se consideren. Pero cierto es que el Atlético deberá mejorar mucho si quiere apuntarse otra victoria histórica en el Santiago Bernabéu.

Los estudiantes. La visita del Atlético despertó expectación entre los estudiantes españoles en Trondheim de Erasmus en esta ciudad noruega, las chicas y chicos de Pamplona, Elche y Madrid acudieron al hotel de concentración del equipo y animaron a los rojiblancos. No sólo de Real Madrid y Barcelona vive el fútbol español. Y si no que se lo pregunten al aficionado del Atlético que se hizo los 600 kilómetros que separan a Bergen de Trondheim en tren para estar a lado de su equipo del alma. Tampoco fallaron los seguidores de la peña rojiblanca de Oslo, que mostraron el orgullo que se siente al pertenecer a un club como el Atlético. Sólo cuando uno sale fuera es cuando se da cuenta de que 107 años de historia dan para esto y para mucho más.

Un tal Tiago. En esta ocasión no fue Agüero, como en el partido del Calderón, el que resolvió el choque. Lo hizo Tiago, jugador de mucha clase, pero que no ha comenzado muy bien la temporada. Tampoco estaba cuajando su mejor partido anoche. Pero en la ciudad de la prosperidad Tiago marcó un golazo y ahora él también apunta al derbi y a esos otros vikingos. Pero si jugando mal, con el frío y en plan reservón ganó en Noruega el Atlético pude ser capaz de todo: ¡temblad vikingos!