De Gea ganó un punto

El Valencia demostró su ambición desde el primer minuto y el fútbol, siempre caprichoso, le negó una victoria que ciertamente mereció por su ahínco en la búsqueda del triunfo. Pero se encontró a un buen Atlético en el plano defensivo y a un De Gea sublime en tres paradas de crack.

El Atlético ha recuperado su idiosincrasia. Pese a los arreones del Valencia, con un Albelda sin brazalete, pero en plan líder total, anoche también se pudo llevar los tres puntos con la suerte del contragolpe, esa que tan bien ha manejado en sus etapas gloriosas.

A la contra.

Salió el Valencia a sitiar al Atlético. Con un fútbol vertical, combinativo, vistoso, los de Emery buscaron adelantarse rápido en el marcador para cambiar el guión que le convenía a Quique. En uno de esos ataques largos, Miguel sacó un centro, pero Aduriz, que le ganó bien la espalda a Godín, no pudo conectar un cabezazo de los suyos.

El Atlético mostró sus bazas a la siguiente jugada y en dos pases se plantó sólo en el área de César, pero Diego Costa disparó muy mal. El Valencia llevaba media docena de córners, síntoma de su estéril dominio, cuando a la salida de un saque de esquina, el balón le cayó a Diego Forlán. Parecía que el uruguayo se distraía al lanzar el contragolpe, pero hizo un cambio de juego perfecto para Antonio López (que el lateral izquierdo llegué hasta ahí en una contra significa que el equipo está trabajado). El capitán encontró la colaboración de Ricardo Costa (¡que nochecita la del portugués) y con suavidad le dejó el balón a Simao para que el portugués fusilase a César.

Mestalla empezó a desquiciarse con las decisiones de Iturralde y contagió a sus jugadores que se fueron desesperando para llegar al descanso con tan solo un tiro más, un disparo lejano con la derecha del zurdo Mata al exterior de la red. Antes, Forlán, en otra pifia del Costa portugués, tuvo el segundo del Atlético en sus botas, pero se le fue el control cuando se quedaba a puerta vacía.

La segunda parte comenzó como la primera, pero con un Valencia más acelerado si cabe por su urgencia para empatar cuanto antes el gol de Simao. Emery sacó a Soldado por el Chori Domínguez reforzando sustancialmente el ataque che. El Atlético seguía confiando en su contragolpe y Forlán no estuvo nada fino para matar el partido antes de que David de Gea volviera a erigirse en la figura del Atlético.

Hay porteros que ganan puntos. De Gea es de esos. Las tres grandes intervenciones que tuvo el canterano del Atlético impidieron que el Valencia se llevara una victoria que habría sido justa por su ambición. Un paradón a Mata, una gran estirada a disparo de Soldado y otra acción de reflejos a cabezazo cercano de Aduriz aplazaron el empate valencianista.

Debieron llegar antes las tablas porque Iturralde no señaló un más que posible penalti de De Gea sobre Mata, ante la nueva indignación de Mestalla. Y fue un arranque de casta de Albelda (partidazo), con un centro perfecto para que Aduriz fusilara a De Gea con un potente cabezazo de los suyos. Los aspirantes a romper el duopolio Madrid-Barça se dejaron dos puntos, pero demostraron que están en el buen camino.