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Segunda B | Actualidad

La UD Ibiza desaparecerá con una deuda superior al millón de euros

La Unión Deportiva Ibiza-Eivissa ya había sufrido una primera disolución en la década del 90.

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La Unión Deportiva Ibiza-Eivissa, el club más importante de la isla en los últimos años, cuyo primer equipo de fútbol ha militado en Segunda División B hasta la temporada pasada, desaparecerá el próximo lunes, de acuerdo a lo anunciado anoche por la Junta Gestora de la entidad, con una deuda que supera el millón de euros.

Sumergido en una crisis económica, deportiva y societaria desde hace aproximadamente doce meses, la UD Ibiza ha cerrado este martes 11 de mayo a las 20.00 horas el plazo de presentación de candidaturas a la presidencia de la entidad bajo la modalidad de "listas cerradas".

De acuerdo a lo informado por el responsable electoral del proceso, el ex jugador Ibon Begoña Zubiaur, "no se ha presentado ninguna candidatura". Ante esta situación, la comisión gestora que preside el ex gerente de la entidad, Andoni Valencia, ha informado por escrito a los socios que "ante la imposibilidad manifiesta de llevar a cabo la finalidad del club, es necesario que se proceda a la disolución y liquidación de la UD Ibiza-Eivissa según el régimen estatutario descrito en el capitulo 18, entre los artículos 84 y 91, ambos inclusive, en el que se detallan los puntos por los que se regula el procedimiento a seguir".

El club, que fue campeón de la Tercera División Balear en la temporada 2006-2007 y que logró sumar casi mil socios en la temporada 2008-2009, quedaría disuelto el próximo lunes en una Asamblea General Extraordinaria, de acuerdo a la petición de algunos de los cinco socios que tiene actualmente.

La deuda, cuya cifra exacta se desconoce, supera el millón de euros generado en parte durante el último año de gestión del ex presidente Pedro Ortega y la etapa 2009-2010, donde el empresario italiano Antonio Stinà diseñó un proyecto de más de 300.000 euros para militar en Liga Regional.

La UD Ibiza descendió de Segunda B a Tercera División, y de ésta a la insular por administración, ante la falta de pago de deudas con ex entrenadores y ex jugadores de la entidad. En los últimos meses, la intención de otro empresario italiano, Emanuele Maffezzoni, de invertir en el club había devuelto la ilusión a los seguidores de la UD Ibiza.

Pero la detención y encarcelación del inversor por estafas, la semana anterior, terminó de sepultar las pocas esperanzas de mantener con vida la entidad rojilla. La Unión Deportiva Ibiza-Eivissa ya había sufrido una primera disolución en la década del 90, cuando la entonces Societat Esportiva Eivissa-Ibiza desapareció con una deuda cercana a los 200.000 euros.