El Sevilla tiene el alta médica

Es difícil decidir con qué perspectiva mirar el 3-0 del Sevilla-Sporting de pre-Feria. En la caseta de Nervión volvieron a bailar. Kanouté y Luis Fabiano hablan de nuevo el mismo idioma que les hizo indescifrables no hace mucho, Cala marcó su tercer gol en tres partidos de Liga, acontecimiento inédito para un canterano, más si es defensa. Las bandas, Adriano y Navas, recuperaron veneno y el Sevilla en general, cierta dinámica de juego. En la caseta asturiana, sin embargo, no han creído oportuno encender aún los farolillos. El Sporting sufre, sus síntomas fueron preocupantes. Preciado, por pegar un volantazo o previendo en el horizonte un partido de cuchillos largos contra el Valladolid, le cambió media cara a su equipo en el Pizjuán y el resultado fue nefasto. Al desastre final que fue el Sporting contribuyó, es cierto, el penoso arbitraje de Velasco Carballo, que se creyó Don Quijote y dirigió el partido como si fuese una batalla cuando la peor patada del partido fue la de Bilic que le costó la expulsión. El croata, que el año pasado se había regalado un hat-trick en el Pizjuán, tampoco había atentado contra nadie para quedarse tan pronto fuera del partido.

Así que a la media hora, con 1-0 y Bilic en el vestuario, la historia del partido ya estaba escrita. Sólo quedaba saber cuánto se podía recuperar anímicamente el Sevilla en los 60 minutos que quedaban y cuánto más se podía deprimir el Sporting, que ofreció malas señales para lo que nos había acostumbrado. Preciado tiene experiencia en estas carreras largas, la fatiga mental que se genera en un grupo que ve la meta tan cerca, se atasca y sufre. El Sevilla, mientras, tuvo un partido mucho más plácido de lo que soñó. Lo encarriló con uno de los planes que nunca le ha fallado esta temporada, las faltas directas que Dragutinovic envuelve con veneno con su pierna izquierda. Kanouté, con más chispa que otros días, remató dos veces antes de hacer el gol. Kanouté huele los momentos importantes, las finales, y empieza a carburar. Se mueve, cae a banda y mira de reojo a Luis Fabiano, que también intuye mejores sensaciones. Su segundo gol fue de los del Sevilla de toda la vida. Se elevó como los ángeles para rematar un centro de Adriano, otra vez decisivo como hacía tiempo que no se le veía. El final del partido sirvió para coronar a Cala, que ha marcado tres goles en sus tres apariciones en la Liga. Igual sin saberlo, al Sevilla se le ha aparecido un ángel casi por casualidad. Y el Sevilla necesitaba algo así: un Cala.

navarro no podrá jugar en getafe

Fernando Navarro no podrá jugar el próximo domingo (21:00 horas) en el Coliseum Alfonso Pérez porque Velasco Carballo le mostró una cartulina amarilla que es la quinta y acarrea suspensión. Significa que Álvarez pierde a su lateral izquierdo titular para enfrentarse a Pedro León, uno de los jugadores que más cosas han demostrado en el campeonato.